ÇáÌåÇÏ
Al
Yihad
La Lucha Santa
Aleyas que conciernen a este capítulo:
La primera honorable aleya:
(ßõÊöÈó Úóáóíúßõãõ ÇáúÞöÊóÇáõ
æóåõæó ßõÑúåñ áøóßõãú
æóÚóÓóì Ãóä ÊóßúÑóåõæÇú ÔóíúÆðÇ
æóåõæó ÎóíúÑñ áøóßõãú æóÚóÓóì Ãóä ÊõÍöÈøõæÇúÔóíúÆðÇ æóåõæó ÔóÑøñ áøóßõãú
æóÇááøåõ íóÚúáóãõ æóÃóäÊõãú áÇó ÊóÚúáóãõæäó(
(ÇáÈÞÑÉ [2] ÇáÂíÉ
[216])
216.
Se os ha prescrito que combatáis, aunque os disguste. Puede que os disguste algo
que os conviene y améis algo que no os conviene. Al.lah sabe, mientras que
vosotros no sabéis.
La
Vaca (2) (Al-Baqarah)
La segunda honorable aleya:
(æóÞóÇÊöáõæåõãú ÍóÊøóì áÇó
Êóßõæäó ÝöÊúäóÉñ
æóíóßõæäó ÇáÏøöíäõ áöáøåö ÝóÅöäö
ÇäÊóåóæÇú ÝóáÇó ÚõÏúæóÇäó ÅöáÇøó Úóáóì
ÇáÙøóÇáöãöíäó(
.
(ÇáÈÞÑÉ [2] ÇáÂíÉ
[193])
193.
Combatid contra ellos hasta que dejen de induciros a apostatar y se rinda culto
a Al.lah. Si cesan, no haya más hostilidades que contra los impíos.
La
Vaca (2) (Al-Baqarah)
La tercera honorable aleya:
(íóÇ ÃóíøõåóÇ ÇáøóÐöíäó
ÂãóäõæÇú ÎõÐõæÇú ÍöÐúÑóßõãú
ÝóÇäÝöÑõæÇú ËõÈóÇÊò Ãóæö ÇäÝöÑõæÇú
ÌóãöíÚðÇ *æóÅöäøó
ãöäßõãú áóãóä áøóíõÈóØøöÆóäøó ÝóÅöäú ÃóÕóÇÈóÊúßõã ãøõÕöíÈóÉñÞóÇáó ÞóÏú ÃóäúÚóãó Çááøåõ
Úóáóíøó ÅöÐú áóãú Ãóßõä ãøóÚóåõãú
ÔóåöíÏðÇ *æóáóÆöäú
ÃóÕóÇÈóßõãú ÝóÖúáñ ãøöäó Çááå áóíóÞõæáóäøó ßóÃóä áøóãúÊóßõä Èóíúäóßõãú æóÈóíúäóåõ
ãóæóÏøóÉñ íóÇ áóíÊóäöí ßõäÊõ ãóÚóåõãú ÝóÃóÝõæÒóÝóæúÒðÇ ÚóÙöíãðÇ *ÝóáúíõÞóÇÊöáú
Ýöí ÓóÈöíáö Çááøåö ÇáøóÐöíäó íóÔúÑõæäó ÇáúÍóíóÇÉóÇáÏøõäúíóÇ ÈöÇáÂÎöÑóÉö æóãóä
íõÞóÇÊöáú Ýöí ÓóÈöíáö Çááøåö ÝóíõÞúÊóáú ÃóæíóÛúáöÈú ÝóÓóæúÝó äõÄúÊöíåö
ÃóÌúÑðÇ ÚóÙöíãðÇæóãóÇ
áóßõãú áÇó ÊõÞóÇÊöáõæäó Ýöí ÓóÈöíáö ÇááøåöæóÇáúãõÓúÊóÖúÚóÝöíäó ãöäó
ÇáÑøöÌóÇáö æóÇáäøöÓóÇÁ æóÇáúæöáúÏóÇäö ÇáøóÐöíäóíóÞõæáõæäó ÑóÈøóäóÇ
ÃóÎúÑöÌúäóÇ ãöäú åóÜÐöåö ÇáúÞóÑúíóÉö ÇáÙøóÇáöãö ÃóåúáõåóÇæóÇÌúÚóá áøóäóÇ ãöä áøóÏõäßó
æóáöíøðÇ æóÇÌúÚóá áøóäóÇ ãöä áøóÏõäßó
äóÕöíÑðÇ *ÇáøóÐöíäó
ÂãóäõæÇú íõÞóÇÊöáõæäó Ýöí ÓóÈöíáö Çááøåö æóÇáøóÐöíäóßóÝóÑõæÇú íõÞóÇÊöáõæäó Ýöí
ÓóÈöíáö ÇáØøóÇÛõæÊö ÝóÞóÇÊöáõæÇú ÃóæúáöíóÇÁÇáÔøóíúØóÇäö Åöäøó ßóíúÏó
ÇáÔøóíúØóÇäö ßóÇäó ÖóÚöíÝðÇ*Ãóáóãú
ÊóÑó Åöáóì ÇáøóÐöíäó Þöíáó áóåõãú ßõÝøõæÇú ÃóíúÏöíóßõãúæóÃóÞöíãõæÇú ÇáÕøóáÇóÉó
æóÂÊõæÇú ÇáÒøóßóÇÉó ÝóáóãøóÇ ßõÊöÈó ÚóáóíúåöãõÇáúÞöÊóÇáõ ÅöÐóÇ ÝóÑöíÞñ
ãøöäúåõãú íóÎúÔóæúäó ÇáäøóÇÓó ßóÎóÔúíóÉö Çááøåö ÃóæúÃóÔóÏøó ÎóÔúíóÉð æóÞóÇáõæÇú
ÑóÈøóäóÇ áöãó ßóÊóÈúÊó ÚóáóíúäóÇ ÇáúÞöÊóÇáó áóæúáÇÃóÎøóÑúÊóäóÇ Åöáóì ÃóÌóáò
ÞóÑöíÈò Þõáú ãóÊóÇÚõ ÇáÏøóäúíóÇ Þóáöíáñ æóÇáÂÎöÑóÉõÎóíúÑñ áøöãóäö ÇÊøóÞóì æóáÇó
ÊõÙúáóãõæäó ÝóÊöíáÇ ð*ÃóíúäóãóÇ
ÊóßõæäõæÇú íõÏúÑößßøõãõ ÇáúãóæúÊõ æóáóæú ßõäÊõãú ÝöíÈõÑõæÌò ãøõÔóíøóÏóÉò æóÅöä
ÊõÕöÈúåõãú ÍóÓóäóÉñ íóÞõæáõæÇú åóÜÐöåö ãöäú ÚöäÏöÇááøåö æóÅöä ÊõÕöÈúåõãú
ÓóíøöÆóÉñ íóÞõæáõæÇú åóÜÐöåö ãöäú ÚöäÏößó Þõáú ßõáøðãøöäú ÚöäÏö Çááøåö ÝóãóÇ
áöåóÜÄõáÇÁ ÇáúÞóæúãö áÇó íóßóÇÏõæäó íóÝúÞóåõæäóÍóÏöíËðÇ(
.
(ÇáäÓÇÁ [4] ÇáÂíÉ
[71 Çáی 78])
71.
¡Creyentes! ¡Tened cuidado! Acometed en destacamentos o formando un solo cuerpo.
72.
Hay entre vosotros quien se queda rezagado del todo y, si os sobreviene una
desgracia, dice: «Al.lah me ha agraciado, pues no estaba allí con ellos».
73.
Pero, si Al.lah os favorece, seguro que, dice, como si no existiera ninguna
amistad entre vosotros y él: «¡Ojalá hubiera estado con ellos, habría obtenido
un éxito grandioso!»
74.
¡Que quienes cambian la vida de acá por la otra combatan por Al.lah! A quien.
combatiendo por Al.lah, sea muerto o salga victorioso, le daremos una magnífica
recompensa.
75.
Por qué no queréis combatir por Al.lah y por los oprimidos -hombres, mujeres y
niños que dicen: «¡Señor! ¡Sácanos de esta ciudad, de impíos habitantes! ¡Danos
un amigo designado por Ti! ¡Danos un auxiliar designado por tí!»?
76.
Quienes creen, combaten por Al.lah. Quienes no creen, combaten por los taguts.
Combatid, pues, contra los amigos del Demonio. ¡Las artimañas del Demonio son
débiles!
77.
No has visto a aquéllos a quienes se dijo: «¡Deponed las armas! ¡Haced el azalá
y dad el azaque!»? Cuando se les prescribe el combate, algunos de ellos tienen
tanto miedo de los hombres como deberían tener de Al.lah, o aún más, y dicen:
«¡Señor! ¿Por qué nos has ordenado combatir? Si nos dejaras para un poco más
tarde...» Di: «El breve disfrute de la vida de acá es mezquino. La otra vida es
mejor para quien teme a Al.lah. No se os tratará injustamente en lo más mínimo».
78.
Dondequiera que os encontréis, la muerte os alcanzará, aun si estáis en torres
elevadas. Si les sucede un bien, dicen: «Esto viene de Al.lah». Pero, si es un
mal, dicen: «Esto viene de ti». Di: «Todo viene de Al.lah». Pero ¿qué tienen
éstos, que apenas comprenden lo que se les dice?
Las Mujeres
(4) (An Nisâ')
La cuarta honorable aleya:
(ÝóÞóÇÊöáú Ýöí ÓóÈöíáö Çááøåö
áÇó ÊõßóáøóÝõ ÅöáÇøó
äóÝúÓóßó æóÍóÑøöÖö ÇáúãõÄúãöäöíäó
ÚóÓóì Çááøåõ Ãóä íóßõÝøó ÈóÃúÓó ÇáøóÐöíäóßóÝóÑõæÇú æóÇááøåõ ÃóÔóÏøõ
ÈóÃúÓðÇ æóÃóÔóÏøõ ÊóäßöíáÇð(
.
(ÇáäÓÇÁ [4] ÇáÂíÉ
[84])
84.
¡Combate, pues, por Al.lah! Sólo de ti eres responsable. ¡Anima a los creyentes!
Puede que Al.lah contenga el ímpetu de los infieles. Al.lah dispone de más
violencia y es más terrible en castigar.
Las Mujeres (4)
(An Nisâ’)
Las excepciones en la lucha santa:
La quinta honorable aleya:
(æóÏøõæÇú áóæú ÊóßúÝõÑõæäó
ßóãóÇ ßóÝóÑõæÇú
ÝóÊóßõæäõæäó ÓóæóÇÁ ÝóáÇó
ÊóÊøóÎöÐõæÇú ãöäúåõãú ÃóæúáöíóÇÁ ÍóÊøóìó íõåóÇÌöÑõæÇúÝöí ÓóÈöíáö Çááøåö ÝóÅöä
ÊóæóáøóæúÇú ÝóÎõÐõæåõãú æóÇÞúÊõáõæåõãú ÍóíúËõæóÌóÏÊøóãõæåõãú æóáÇó
ÊóÊøóÎöÐõæÇú ãöäúåõãú æóáöíøðÇ æóáÇó äóÕöíÑðÇ *ÅöáÇøó
ÇáøóÐöíäó íóÕöáõæäó Åöáóìó Þóæúãò Èóíúäóßõãú æóÈóíúäóåõããøöíËóÇÞñ Ãóæú ÌóÂÄõæßõãú
ÍóÕöÑóÊú ÕõÏõæÑõåõãú Ãóä íõÞóÇÊöáõæßõãú ÃóæúíõÞóÇÊöáõæÇú Þóæúãóåõãú æóáóæú
ÔóÇÁ Çááøåõ áóÓóáøóØóåõãú Úóáóíúßõãú
ÝóáóÞóÇÊóáõæßõãú ÝóÅöäö
ÇÚúÊóÒóáõæßõãú Ýóáóãú íõÞóÇÊöáõæßõãú æóÃóáúÞóæúÇúÅöáóíúßõãõ ÇáÓøóáóãó ÝóãóÇ
ÌóÚóáó Çááøåõ áóßõãú Úóáóíúåöãú ÓóÈöíáÇð *ÓóÊóÌöÏõæäó
ÂÎóÑöíäó íõÑöíÏõæäó Ãóä íóÃúãóäõæßõãú æóíóÃúãóäõæÇúÞóæúãóåõãú ßõáøó ãóÇ ÑõÏøõæóÇú
Åöáóì ÇáúÝöÊúäöÉö ÃõÑúßöÓõæÇú ÝöíöåóÇ ÝóÅöä áøóãúíóÚúÊóÒöáõæßõãú æóíõáúÞõæÇú
Åöáóíúßõãõ ÇáÓøóáóãó æóíóßõÝøõæóÇú ÃóíúÏöíóåõãúÝóÎõÐõæåõãú æóÇÞúÊõáõæåõãú
ÍóíúËõ ËöÞöÝúÊõãõæåõãú æóÃõæúáóÜÆößõãú ÌóÚóáúäóÇáóßõãú Úóáóíúåöãú ÓõáúØóÇäðÇ
ãøõÈöíäðÇ(
.
(ÇáäÓÇÁ [4] ÇáÂíÉ
[89 Çáی 91])
89.
Querrían que, como ellos, no creyerais, para ser iguales que ellos. No hagáis,
pues, amigos entre ellos hasta que hayan emigrado por Al.lah. Si cambian de
propósito, apoderaos de ellos y matadles donde les encontréis. No aceptéis su
amistad ni auxilio,
90.
a menos que sean aliados de gente con la que os una un pacto, o que vengan a
vosotros con el ánimo oprimido por tener que combatir contra vosotros o contra
su propia gente. Si Al.lah hubiera querido, les habría dado poder sobre vosotros
y habrían combatido contra vosotros. Si se mantienen aparte, si no combaten
contra vosotros y os ofrecen someterse, entonces no tendréis justificación ante
Al.lah contra ellos.
91.
Hallaréis a otros que desean
vivir en paz con vosotros y con su propia gente. Siempre que se les invita a la
apostasía, caen en ella. Si no se mantienen aparte, si no os ofrecen someterse,
si no deponen las armas, apoderaos de ellos y matadles donde deis con ellos. Os
hemos dado pleno poder sobre ellos.
Las Mujeres (4) (An Nisâ’)
Dar de beber a los peregrinos, el mantenimiento de la Mezquita o la lucha por
Dios?
La sexta honorable aleya:
(ÃóÌóÚóáúÊõãú ÓöÞóÇíóÉó
ÇáúÍóÇÌøö æóÚöãóÇÑóÉóÇáúãóÓúÌöÏö ÇáúÍóÑóÇãö ßóãóäú
Âãóäó ÈöÇááøåö æóÇáúíóæúãö ÇáÂÎöÑö æóÌóÇåóÏó ÝöíÓóÈöíáö Çááøåö áÇó íóÓúÊóæõæäó
ÚöäÏó Çááøåö æóÇááøåõ áÇó íóåúÏöí ÇáúÞóæúãóÇáÙøóÇáöãöíäó
* ÇáøóÐöíäó ÂãóäõæÇú
æóåóÇÌóÑõæÇú æóÌóÇåóÏõæÇú Ýöí ÓóÈöíáö ÇááøåöÈöÃóãúæóÇáöåöãú æóÃóäÝõÓöåöãú
ÃóÚúÙóãõ ÏóÑóÌóÉð ÚöäÏó Çááøåö æóÃõæúáóÆößó åõãõÇáúÝóÇÆöÒõæäóíõÈóÔøöÑõåõãú
ÑóÈøõåõã ÈöÑóÍúãóÉò ãøöäúåõæóÑöÖúæóÇäò æóÌóäøóÇÊò áøóåõãú
ÝöíåóÇ äóÚöíãñ ãøõÞöíãñ
* ÎóÇáöÏöíäó ÝöíåóÇ ÃóÈóÏðÇ
Åöäøó Çááøåó ÚöäÏóåõ ÃóÌúÑñÚóÙöíãñ
* íóÇÃóíøõåóÇ ÇáøóÐöíäó ÂãóäõæÇú
áÇó ÊóÊøóÎöÐõæÇú ÂÈóÇÁßõãú æóÅöÎúæóÇäóßõãúÃóæúáöíóÇÁ Åóäö ÇÓúÊóÍóÈøõæÇú
ÇáúßõÝúÑó Úóáóì ÇáÅöíãóÇäö æóãóä íóÊóæóáøóåõããøöäßõãú ÝóÃõæúáóÜÆößó åõãõ
ÇáÙøóÇáöãõæäó
* Þõáú Åöä ßóÇäó ÂÈóÇÄõßõãú
æóÃóÈúäóÂÄõßõãú æóÅöÎúæóÇäõßõãúæóÃóÒúæóÇÌõßõãú
æóÚóÔöíÑóÊõßõãú æóÃóãúæóÇáñ ÇÞúÊóÑóÝúÊõãõæåóÇ æóÊöÌóÇÑóÉñÊóÎúÔóæúäó ßóÓóÇÏóåóÇ
æóãóÓóÇßöäõ ÊóÑúÖóæúäóåóÇ ÃóÍóÈøó Åöáóíúßõã ãøöäó ÇááøåöæóÑóÓõæáöåö æóÌöåóÇÏò Ýöí
ÓóÈöíáöåö ÝóÊóÑóÈøóÕõæÇú ÍóÊøóì íóÃúÊöíó ÇááøåõÈöÃóãúÑöåö æóÇááøåõ áÇó
íóåúÏöí ÇáúÞóæúãó ÇáúÝóÇÓöÞöíäó(
.
(ÇáÊæÈÉ [9] ÇáÂíÉ
[19 Çáی 24])
19.
Vais a comparar al que da de beber a los peregrinos y cuida del mantenimiento de
la Mezquita Sagrada con el que cree en Al.lah y en el último Día y lucha por
Al.lah? No son iguales para Al.lah. Al.lah no dirige al pueblo impío
20.
Quienes crean, emigren y luchen por Al.lah con su hacienda y sus personas
tendrán una categoría más elevada junto a Al.lah. Ésos serán los que triunfen.
21. Su
Señor les anuncia Su misericordia y satisfacción, así, como jardines en los que
gozarán de delicia sin fin,
22. en
los que estarán eternamente, para siempre. Al.lah tiene junto a Sí una magnífica
recompensa
23.¡Creyentes! No toméis
como amigos a vuestros padres y a vuestros hermanos si prefieren la incredulidad
a la fe. Quienes de vosotros les consideran amigos, ésos son los impíos.
24.
Di: «Si preferís vuestros padres, vuestros hijos varones, vuestros hermanos,
vuestras esposas, vuestra tribu, la hacienda que habéis adquirido, un negocio
por cuyo resultado teméis y casas que os placen, a Al.lah y a Su Enviado y a la
lucha por Su causa, esperad a que venga Al.lah con Su orden...» Al.lah no dirige
al pueblo perverso.
El
Arrepentimiento (9) (At-Taûbah)
La órden de muerte
La séptima honorable aleya:
)ÞóÇÊöáõæÇú
ÇáøóÐöíäó áÇó íõÄúãöäõæäó ÈöÇááøåö
æóáÇó ÈöÇáúíóæúãö ÇáÂÎöÑö æóáÇó
íõÍóÑøöãõæäó ãóÇ ÍóÑøóãó Çááøåõ æóÑóÓõæáõåõæóáÇó íóÏöíäõæäó Ïöíäó
ÇáúÍóÞøö ãöäó ÇáøóÐöíäó ÃõæÊõæÇú ÇáúßöÊóÇÈó ÍóÊøóìíõÚúØõæÇú ÇáúÌöÒúíóÉó Úóä íóÏò
æóåõãú ÕóÇÛöÑõæäó(
.
(ÇáÊæÈÉ [9] ÇáÂíÉ
[29])
29.
Combatid conta quienes, habiendo recibido la Escritura, no creen en Al.lah ni en
el último Día, ni prohíben lo que Al.lah y Su Enviado han prohibido, ni
practican la religión verdadera, hasta que, humillados, paguen el tributo
directamente!
El
Arrepentimiento (9) (At-Taûbah)
El llamado a la lucha santa
La octava honorable aleya:
(íóÇ ÃóíøõåóÇ ÇáøóÐöíäó
ÂãóäõæÇú ãóÇ áóßõãú ÅöÐóÇÞöíáó áóßõãõ ÇäÝöÑõæÇú Ýöí
ÓóÈöíáö Çááøåö ÇËøóÇÞóáúÊõãú Åöáóì ÇáÃóÑúÖöÃóÑóÖöíÊõã ÈöÇáúÍóíóÇÉö
ÇáÏøõäúíóÇ ãöäó ÇáÂÎöÑóÉö ÝóãóÇ ãóÊóÇÚõ ÇáúÍóíóÇÉöÇáÏøõäúíóÇ Ýöí ÇáÂÎöÑóÉö
ÅöáÇøó Þóáöíáñ
* ÅöáÇøó ÊóäÝöÑõæÇú
íõÚóÐøöÈúßõãú ÚóÐóÇÈðÇ ÃóáöíãðÇ æóíóÓúÊóÈúÏöáúÞóæúãðÇ ÛóíúÑóßõãú æóáÇó
ÊóÖõÑøõæåõ ÔóíúÆðÇ æóÇááøåõ Úóáóì ßõáøö ÔóíúÁòÞóÏöíÑñ
* ÅöáÇøó ÊóäÕõÑõæåõ ÝóÞóÏú
äóÕóÑóåõ Çááøåõ ÅöÐú ÃóÎúÑóÌóåõ ÇáøóÐöíäóßóÝóÑõæÇú ËóÇäöíó ÇËúäóíúäö
ÅöÐú åõãóÇ Ýöí ÇáúÛóÇÑö ÅöÐú íóÞõæáõ áöÕóÇÍöÈöåö áÇóÊóÍúÒóäú Åöäøó Çááøåó ãóÚóäóÇ
ÝóÃóäÒóáó Çááøåõ ÓóßöíäóÊóåõ Úóáóíúåö æóÃóíøóÏóåõÈöÌõäõæÏò áøóãú ÊóÑóæúåóÇ
æóÌóÚóáó ßóáöãóÉó ÇáøóÐöíäó ßóÝóÑõæÇú ÇáÓøõÝúáóìæóßóáöãóÉõ Çááøåö åöíó
ÇáúÚõáúíóÇ æóÇááøåõ ÚóÒöíÒñ Íóßöíãñ *ÇäúÝöÑõæÇú
ÎöÝóÇÝðÇ æóËöÞóÇáÇð æóÌóÇåöÏõæÇúÈöÃóãúæóÇáößõãú æóÃóäÝõÓößõãú
Ýöí ÓóÈöíáö Çááøåö Ðóáößõãú ÎóíúÑñ áøóßõãú ÅöäßõäÊõãú ÊóÚúáóãõæäó(
.
(ÇáÊæÈÉ [9] ÇáÂíÉ
[38 Çáی 41])
38.
¡Creyentes! ¿Qué os pasa? ¿Por qué, cuando se os dice: «¡Id a la guerra por la
causa de Al.lah!» permanecéis clavados en tierra? ¿Preferís la vida de acá a la
otra? Y ¿qué es el breve disfrute de la vidad de acá comparado con la otra, sino
bien poco...?
39.
Si no vais a la guerra, os infligirá un doloroso castigo. Hará que otro pueblo
os sustituya, sin que podáis causarle ningún daño. Al.lah es omnipotente.
40.
Si le negáis auxilio, Al.lah sí que le auxilió cuando, expulsado por los
infieles, con un solo compañero, le decía a éste estando los dos en la cueva:
«¡No estés triste! ¡Al.lah está con nosotros!» Al.lah hizo descender sobre él Su
sakina y le reforzó con legiones invisibles a vuestros ojos. Al.lah puso Su
Palabra por encima de la palabra de los infieles.. Al.lah es poderoso, sabio.
41.
¡Id a la guerra, tanto si os es fácil como si os es difícil! ¡Luchad por Al.lah
con vuestra hacienda y vuestras personas! Es mejor para vosotros. Si
supierais...
El Arrepentimiento (9) (At-Taûbah)
La diferencia entre dos grupos de los que esperan
La novena honorable aleya:
(Þõáú åóáú ÊóÑóÈøóÕõæäó ÈöäóÇ
ÅöáÇøó ÅöÍúÏóì
ÇáúÍõÓúäóíóíúäö æóäóÍúäõ äóÊóÑóÈøóÕõ
Èößõãú Ãóä íõÕöíÈóßõãõ Çááøåõ ÈöÚóÐóÇÈò
ãøöäú ÚöäÏöåö Ãóæú ÈöÃóíúÏöíäóÇ
ÝóÊóÑóÈøóÕõæÇú ÅöäøóÇ ãóÚóßõã
ãøõÊóÑóÈøöÕõæäó(
.
(ÇáÊæÈÉ [9] ÇáÂíÉ
[52])
52.
Di: «Qué podéis esperar para nosotros sino una de las dos contingencias más
bellas?» Nosotros, en cambio, esperamos que Al.lah os aflija con un castigo
venido de Él o a manos nuestras. ¡Esperad, pues! Nosotros también esperamos con
vosotros.
El Arrepentimiento (9) (At-Taûbah)
La rigurosidad para la lucha santa
La décima honorable aleya:
(íóÇ ÃóíøõåóÇ ÇáäøóÈöíøõ
ÌóÇåöÏö ÇáúßõÝøóÇÑó
æóÇáúãõäóÇÝöÞöíäó æóÇÛúáõÙú
Úóáóíúåöãú æóãóÃúæóÇåõãú Ìóåóäøóãõ æóÈöÆúÓóÇáúãóÕöíÑõ(
.
(ÇáÊæÈÉ [9] ÇáÂíÉ
[73])
73.
¡Profeta! ¡Combate contra los infieles y los hipócritas, sé duro con ellos! Su
refugio será la gehena. ¡Qué mal fin...!
El
Arrepentimiento (9) (At-Taûbah)
La abstinencia y la lucha santa por Dios
La décimo primera honorable aleya:
(íóÇ
ÃóíøõåóÇ ÇáøóÐöíäó ÂãóäõæÇú ÇÊøóÞõæÇú
Çááøåó æóÇÈúÊóÛõæÇú Åöáóíåö
ÇáúæóÓöíáóÉó æóÌóÇåöÏõæÇú Ýöí ÓóÈöíáöåö áóÚóáøóßõãúÊõÝúáöÍõæäó(
.
(ÇáãÇÆÏÉ [5] ÇáÂíÉ
[35])
35.¡Creyentes! ¡Temed a
Al.lah y buscad el medio de acercaros a Él! ¡Combatid por Su causa! Quizás, así,
prosperéis.
La Mesa
Servida (5) (Al-Mâ’idah)
Las aleyas que hacen referencia a la obligación de la lucha santa
La primra honorable aleya:
(ÝóÑöÍó ÇáúãõÎóáøóÝõæäó
ÈöãóÞúÚóÏöåöãú ÎöáÇóÝó
ÑóÓõæáö Çááøåö æóßóÑöåõæÇú Ãóä
íõÌóÇåöÏõæÇú ÈöÃóãúæóÇáöåöãú æóÃóäÝõÓöåöãú ÝöíÓóÈöíáö Çááøåö æóÞóÇáõæÇú áÇó
ÊóäÝöÑõæÇú Ýöí ÇáúÍóÑøö Þõáú äóÇÑõ ÌóåóäøóãóÃóÔóÏøõ ÍóÑøðÇ áøóæú ßóÇäõæÇ
íóÝúÞóåõæäó(
.
(ÇáÊæÈÉ [9] ÇáÂíÉ
[81])
81.
Los dejados atrás se alegraron de poder quedarse en casa en contra del Enviado
de Al.lah. Les repugnaba luchar por Al.lah con su hacienda y sus personas y
decían: «No vayáis a la guerra con este calor». Di: «El fuego de la gehena es
aún más caliente». Si entendieran...
El Arrepentimiento (9)
(At-Taûbah)
La segunda honorable aleya:
(æóÅöÐó ÃõäÒöáóÊú ÓõæÑóÉñ Ãóäú
ÂãöäõæÇú ÈöÇááøåöæóÌóÇåöÏõæÇú ãóÚó ÑóÓõæáöåö
ÇÓúÊóÃúÐóäóßó ÃõæúáõæÇú ÇáØøóæúáö ãöäúåõãúæóÞóÇáõæÇú ÐóÑúäóÇ äóßõä ãøóÚó
ÇáúÞóÇÚöÏöíäó
*ÑóÖõæÇú ÈöÃóä íóßõæäõæÇú ãóÚó
ÇáúÎóæóÇáöÝö
æóØõÈöÚó Úóáóì ÞõáõæÈöåöãú Ýóåõãú áÇó
íóÝúÞóåõæäó(
.
(ÇáÊæÈÉ [9] ÇáÂíÉ
[86 æ 87])
86.
Cuando se revela una sura: «¡Creed en Al.lah y combatid junto a Su Enviado», los
más ricos de ellos te piden permiso y dicen: «¡Deja que nos quedemos con los que
se quedan!»
87.
Prefieren quedarse con las mujeres dejadas detrás. Han sido sellados sus
corazones, así que no entienden.
El
Arrepentimiento (9) (At-Taûbah)
La tercera honorable aleya:
(ÅöäøóãóÇ ÇáÓøóÈöíáõ Úóáóì ÇáøóÐöíäóíóÓúÊóÃúÐöäõæäóßó æóåõãú
ÃóÛúäöíóÇÁ ÑóÖõæÇú ÈöÃóä íóßõæäõæÇú ãóÚó ÇáúÎóæóÇáöÝöæóØóÈóÚó Çááøåõ Úóáóì
ÞõáõæÈöåöãú Ýóåõãú áÇó íóÚúáóãõæäó
) .
(ÇáÊæÈÉ [9] ÇáÂíÉ
[93])
93.
Sólo hay motivo contra los que, siendo ricos, te piden permiso. Prefieren
quedarse con las mujeres dejadas detrás. Al.lah ha sellado sus corazones, así
que no saben.
El
Arrepentimiento (9) (At-Taûbah)
La cuarta honorable aleya:
(ãóÇ ßóÇäó áöÃóåúáö
ÇáúãóÏöíäóÉö æóãóäú Íóæúáóåõã
ãøöäó ÇáÃóÚúÑóÇÈö Ãóä íóÊóÎóáøóÝõæÇú
Úóä ÑøóÓõæáö Çááøåö æóáÇó íóÑúÛóÈõæÇú
ÈöÃóäÝõÓöåöãú Úóä äøóÝúÓöåö Ðóáößó
ÈöÃóäøóåõãú áÇó íõÕöíÈõåõãú ÙóãóÃñ æóáÇó
äóÕóÈñ æóáÇó ãóÎúãóÕóÉñ Ýöí ÓóÈöíáö
Çááøåö æóáÇó íóØóÄõæäó ãóæúØöÆðÇ íóÛöíÙõ
ÇáúßõÝøóÇÑó æóáÇó íóäóÇáõæäó ãöäú
ÚóÏõæøò äøóíúáÇð ÅöáÇøó ßõÊöÈó áóåõã ÈöåöÚóãóáñ ÕóÇáöÍñ Åöäøó Çááøåó
áÇó íõÖöíÚõ ÃóÌúÑó ÇáúãõÍúÓöäöíäó(
.
(ÇáÊæÈÉ [9] ÇáÂíÉ
[120])
120.
Los medineses y
los beduinos que acampan a su alrededor no deben quedarse a la zaga del Enviado
de Al.lah ni preferir el bienestar propio al de él. Si lo hacen así, no
padecerán sed, ni fatiga, ni hambre por Al.lah. Todo suelo que pisen, para
irritación de los infieles, y toda ventaja que obtengan sobre el enemigo, serán
inscritos como obra buena. Al.lah no deja de remunerar a quienes hacen el bien.
El
Arrepentimiento (9) (At-Taûbah)
La quinta honorable aleya:
Åöäøó
Çááøåó ÇÔúÊóÑóì ãöäó ÇáúãõÄúãöäöíäóÃóäÝõÓóåõãú æóÃóãúæóÇáóåõã
ÈöÃóäøó áóåõãõ ÇáÌóäøóÉó íõÞóÇÊöáõæäó Ýöí ÓóÈöíáöÇááøåö ÝóíóÞúÊõáõæäó
æóíõÞúÊóáõæäó æóÚúÏðÇ Úóáóíúåö ÍóÞøðÇ Ýöí ÇáÊøóæúÑóÇÉöæóÇáÅöäÌöíáö æóÇáúÞõÑúÂäö
æóãóäú ÃóæúÝóì ÈöÚóåúÏöåö ãöäó Çááøåö
ÝóÇÓúÊóÈúÔöÑõæÇúÈöÈóíúÚößõãõ ÇáøóÐöí
ÈóÇíóÚúÊõã Èöåö æóÐóáößó åõæó ÇáúÝóæúÒõ ÇáúÚóÙöíãõ(
.
(ÇáÊæÈÉ [9] ÇáÂíÉ
[111])
111.
Al.lah ha comprado a los creyentes sus personas y su hacienda, ofreciédoles, a
cambio, el Jardín. Combaten por Al.lah: matan o les matan. Es una promesa que Le
obliga, verdad, contenida en la Tora. en el Evangelio y en el Corán. Y ¿quién
respeta mejor su alianza que Al.lah? ¡Regocijaos por el trato que habéis cerrado
con É1! ¡Ése es el éxito grandioso!
El
Arrepentimiento (9) (At-Taûbah)
La sexta honorable aleya:
(ÝóáóÇ ÊõØöÚö ÇáúßóÇÝöÑöíäó
æóÌóÇåöÏúåõã Èöåö
ÌöåóÇÏðÇ ßóÈöíÑðÇ(
.
(ÇáÝÑÞÇä [25] ÇáÂíÉ
[52])
52. No obedezcas, pues, a los infieles y lucha esforzadamente contra ellos, por
medio de él.
El Criterio (25)
(Al-Furqân)
La superioridad de los combatientes
La séptima honorable aleya:
(áÇøó íóÓúÊóæöí ÇáúÞóÇÚöÏõæäó
ãöäó ÇáúãõÄúãöäöíäó
ÛóíúÑõ Ãõæúáöí ÇáÖøóÑóÑö
æóÇáúãõÌóÇåöÏõæäó Ýöí ÓóÈöíáö Çááøåö ÈöÃóãúæóÇáöåöãúæóÃóäÝõÓöåöãú ÝóÖøóáó Çááøåõ
ÇáúãõÌóÇåöÏöíäó ÈöÃóãúæóÇáöåöãú æóÃóäÝõÓöåöãú ÚóáóìÇáúÞóÇÚöÏöíäó ÏóÑóÌóÉð
æóßõÜáÇøð æóÚóÏó Çááøåõ ÇáúÍõÓúäóì æóÝóÖøóáó ÇááøåõÇáúãõÌóÇåöÏöíäó Úóáóì
ÇáúÞóÇÚöÏöíäó ÃóÌúÑðÇ ÚóÙöíãðÇ *ÏóÑóÌóÇÊò
ãøöäúåõ æóãóÛúÝöÑóÉð æóÑóÍúãóÉð æóßóÇäó Çááøåõ ÛóÝõæÑðÇÑøóÍöíãðÇ(
.
(ÇáäÓÇÁ [4] ÇáÂíÉ
[95 Ü 96])
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