LA VIDA DEL PROFETA ÎSÂ IBN MARÎAM (JESÚS HIJO DE MARÍA)

A. EL NACIMIENTO DE MARÍA (P).

El Imâm Sâdiq (P) manifestó: "El día del Juicio Final dirán a las mujeres que fueron encantadas por sus bellezas y se dejaron llevar a la corrupción: ¿Acaso María no era más bella que ustedes? ¡¿Por qué entonces no se dejó engañar por su belleza?!"[1]

Hay una narración del Imâm Bâqir (P) que dice: Fátima (P) aceptó realizar los quehaceres de la casa, por ejemplo hornear el pan y hacer la limpieza. ‘Alî (P) también aceptó comprar los alimentos y traer leña a casa. En una ocasión ‘Alî preguntó a Fátima: "¿Acaso tenemos en casa algo para comer?" La hija del Mensajero del Islam respondió: "Hace tres días que se terminaron los comestible". Entonces ‘Alî (P) se dirigió al bazar y tomó prestado un dinar para comprar alimentos. Cuando regresaba se encontró en el camino con Miqdâd Ibn Aswad Kandî, y como sintió que éste se hallaba más necesitado que él, le entregó ese dinar sin titubear y regresó a casa con las manos vacías. Al llegar vio al Profeta (BP) que se encontraba junto a Fátima y ella realizaba la oración. De repente ‘Alî (P) se percató de una bandeja de madera que contenía pan y carne. El Amir de los Creyentes preguntó a Fátima: "¿De donde salió esta bandeja?" Ella le respondió: "Es comida celestial que Dios nos envió. –

﴿ إِنَّ اللَّهَ يَرْزُقُ مَنْ يَشاءُ بِغَيْرِ حِسابٍ ﴾

"Sin duda Al.lah da a quién Le place sin medida" (Âli Imrân, 3:37)".

Entonces el Profeta (BP) agregó: "La situación entre tú y Fátima en este caso, es similar a la situación de Zacarías (P) cuando encontró a María (P) realizando la oración y junto a ella vio comida preparada –

﴿ الْمِحْرابَ وَجَدَ عِنْدَها رِزْقاً قالَ يا مَرْيَمُ أَنَّى لَكِ هذا قالَتْ هُوَ مِنْ عِنْدِ اللَّهِ إِنَّ اللَّهَ يَرْزُقُ مَنْ يَشاءُ بِغَيْرِ حِسابٍ ﴾

Siempre que Zacarías entraba al santuario a (verla) la encontraba con alimento cerca. Él dijo: Oh María, ¿de dónde te viene esto? Ella dijo: Es de Al.lah Sin duda Al.lah da a quien Le place sin medida". (Âli Imrân, 3:37)".

Fátima y ‘Alî comieron durante un mes de esa fuente de madera y en estos momentos esa fuente se encuentra en manos del Imâm Mahdî (P).[2]

En la exégesis de ‘Alî Ibn Ibrâhîm está registrado: Dios envió una revelación a Imrân (Amrán) diciendo: "Te agraciaré con un hijo que curará a los ciegos y leprosos; y también resucitará a los muertos con el nombre de Dios". Él dio la buena nueva a su mujer y Hannah según era costumbre en esa época prometió que su hijo sería servidor de Baîtul Muqaddas (la Casa de Dios en Jerusalén).

﴿ رَبِّ إِنِّي نَذَرْتُ لَكَ ما فِي بَطْنِي مُحَرَّراً ﴾

Señor mío, yo Te prometo lo que hay en mi vientre, para que se dedique (a Tu servicio) (Âli Imrân, 3:35)".

Pero Dios Todopoderoso la favoreció con una hija llamada Marîam:

﴿ فَلَمَّا وَضَعَتْها قالَتْ رَبِّ إِنِّي وَضَعْتُها أُنْثى ﴾

"Así cuando le dio a luz, ella dijo: Señor mío, he dado a luz a una hembra…" (Âli Imrân, 3:36).

Entonces el Imâm Sâdiq (P) agrega: No consideren nuestra promesa una mentira, cada vez que les anunciamos un hijo varón y su venida se retrasa, al igual que sucedió con Jesús hijo de María, y Zacarías se encargó de la educación y el cuidado de ella.[3]

Muhammad Ibn Talhah preguntó en una ocasión al Inmaculado Imâm Ridâ (P): "¿Acaso es posible que Dios haga una promesa a Sus Profetas y luego actúe contrario a ésta?" El Imâm le respondió: "¡Sí!, al igual que había prometido a los Hijos de Israel entrarían a la tierra santa de Palestina y Arîhâ (ciudad antigua de Palestina cerca de Jerusalén), sin embargo sus hijos fueron los que tuvieron esa satisfacción:

﴿ ادْخُلُوا الأَْرْضَ الْمُقَدَّسَةَ الَّتِي كَتَبَ اللَّهُ لَكُمْ ﴾

"¡Oh, pueblo mío! Entrad a la tierra Santa, que Al.lah ha ordenado para vosotros…" (Al Mâ’idah, 5:21).

Otro ejemplo es el suceso del nacimiento de Jesús hijo de María que la promesa hecha a Zacarías de un nuevo profeta, llevó su tiempo, y es por eso que un grupo de gente tachaba a Zacarías de mentiroso; y otro grupo decía: -Él es el Enviado de Dios y su promesa es la verdad, y finalmente su promesa será realizada".[4]

B. EL NACIMIENTO DE ÎSÂ IBN MARÎAM (JESÚS HIJO DE MARÍA)

EL PAPEL QUE JUGÓ EL ANILLO Y SUS MILAGROS.

Hafs Ibn Gîâzi declara: Encontré al Imâm Sâdiq (P) caminando por el jardín de las palmeras en Kufa. Entonces se acercó a una palmera de dátiles y realizó una ablución. Hizo una oración de dos ciclos; se prosternó y quinientas veces dijo una oración para Dios; cuando terminó sus súplicas se volteó hacia mi y dijo: "¡Juro por Dios que este es la misma palmera que Dios menciona en la historia de María!:

﴿ وَ هُزِّي إِلَيْكِ بِجِذْعِ النَّخْلَةِ تُساقِطْ عَلَيْكِ رُطَباً جَنِيًّا ﴾

"Y sacude hacia ti el tronco de la palmera, que te dejará caer dátiles frescos y maduros" (Marîam, 19:25)".[5]

En la exégesis de ‘Alî Ibn Ibrâhîm respecto a algunas de las aleyas de la Sura Marîam dice lo siguiente: Y menciona a María en el Libro. Cuando ella se apartó de su familia a un lugar hacia el oriente de Baîtul Muqaddas y se sentó junto a una datilera seca. Así que ella se ocultó de ellos para estar lejos de la vista de la gente. Entonces enviamos a ella Nuestro espíritu (el Arcángel Gabriel) hacia ella y éste se le apareció como un hombre bien hecho. Ella dijo a Gabriel:

﴿ أَعُوذُ بِالرَّحْمنِ مِنْكَ إِنْ كُنْتَ تَقِيًّا ﴾

"Huyo en busca de refugio de ti hacia el Benéfico, si tú eres uno que se guarda contra el mal".

Él dijo:

﴿ إِنَّما أَنَا رَسُولُ رَبِّكِ لأَِهَبَ لَكِ غُلاماً زَكِيًّا ﴾

Soy únicamente portador de un mensaje de tu Señor que: "Yo te daré un niño puro".

María en un principio no creyó en sus palabras, ya que nunca había contraído matrimonio con hombre alguno. Ella dijo: ¿Cómo puedo tener un hijo si ningún mortal me ha tocado aún, ni he perdido mi castidad? Gabriel dijo: Tú tienes razón sin embargo

﴿ كَذلِكِ قالَ رَبُّكِ هُوَ عَلَيَّ هَيِّنٌ وَ لِنَجْعَلَهُ آيَةً لِلنَّاسِ وَ رَحْمَةً مِنَّا وَ كانَ أَمْراً مَقْضِيًّا ﴾

Tu Señor dice: Es cosa fácil para Mí crear a un hombre sin necesidad de una relación (Marîam, 19:16-21).

Y así fue como por medio de un soplido de Gabriel de la noche a la mañana quedó hecha la inmaculada concepción de María, y al día siguiente llegó el momento de dar a luz, o sea que el tiempo del embarazo de María duró nueve horas, cada una de estas representó un mes de embarazo en las demás mujeres. Poco tiempo antes del nacimiento de Jesús, Gabriel pidió a María que comiese el fruto de la palmera seca. Ese día se habían juntado en ese lugar un grupo de tejedores de telas. María les preguntó el lugar en que se encontraba una palmera seca, pero los ahí reunidos que se encontraban ocupados en sus negocios, se burlaron de ella, y ella por su parte los maldijo para que Dios alejara la bendición y abundancia de sus negocios. Empero otro grupo se portó amable con ella y le mostró el lugar en el que se encontraba la datilera seca y María por su parte suplicó por ellos.

Cuando llegó a las cercanías de la palmera, le comenzaron los dolores del parto y poco después Jesús había abierto sus ojos al mundo. Cuando vio a su hijo expresó: ¡Ojalá hubiera yo muerto antes de esto, y fuera yo cosa completamente olvidada! ¿Ahora qué diré a mi protector y a la gente de Banî Isrâ‘il? Así que una voz vino a ella de debajo de ella (Jesús que se encontraba debajo de su vientre dijo): No te aflijas, ciertamente tu Señor ha proporcionado un arroyo debajo de ti. Y sacude hacia ti el tronco de la palmera, que te dejará caer dátiles frescos y maduros. Cuentan que esa palmera desde hacía mucho tiempo se había secado, empero en el momento que María la tocó, reverdeció y comenzaron a salir dátiles frescos de ésta. Entonces Jesús hijo de María empezó a hablar y solicitó a su madre que lo cubriera con una cobija. Así que come y bebe y refresca tus ojos viendo a tu hijo. Luego, si ves a algún mortal que te pregunta respecto a este niño, di: Ciertamente he prometido un ayuno al Benéfico, así que no hablaré a ningún hombre hoy. Por lo tanto desde el día de hoy no hablaré con nadie. Después de la plática nadie volvió a ver a María en el Santuario. Diferentes grupos fueron en su búsqueda hasta que Zacarías la encontró con su hijo.

Las mujeres de Banî Isrâ’îl la miraban con enojo. Sin embargo ella no habló con ninguna de éstas hasta que entró al santuario. La gente de Banî Isrâ’îl le preguntó:

﴿ قالُوا يا مَرْيَمُ لَقَدْ جِئْتِ شَيْئاً فَرِيًّا يا أُخْتَ هارُونَ ما كانَ أَبُوكِ امْرَأَ سَوْءٍ وَ ما كانَتْ أُمُّكِ بَغِيًّا فَأَشارَتْ إِلَيْهِ قالُوا كَيْفَ نُكَلِّمُ مَنْ كانَ فِي الْمَهْدِ صَبِيًّا قالَ إِنِّي عَبْدُ اللَّهِ آتانِيَ الْكِتابَ وَ جَعَلَنِي نَبِيًّا ﴾

… ¡Oh María, en verdad has traído algo extraño! ¡Oh, hermana de Aarón, tu padre no era un hombre malo, ni era tu madre una mujer falta de castidad! Pero ella lo señaló a él. Ellos dijeron: ¿Cómo hablaremos a uno que es un infante en la cuna? En ese momento Dios ordenó a Jesús que hablase con ese grupo de gente. Dijo: Yo soy en verdad un siervo de Al.lah (contrario a lo que opinan algunos cristianos que Jesús es Dios). Él me ha dado el Libro (el Evangelio) y me ha hecho un Profeta (Marîam, 19:27-30)[6]".

‘Alî Ibn Al Husaîn (P) declara: Cuando ‘Alî el Amir de los Creyentes (P) regresaba de la batalla con los Jawâriy (los desviados de la religión) pasó por la provincia de Zawrâ’ en las cercanías de Bagdad. En ese lugar el Imâm dijo a su ejército: "Transiten con velocidad este lugar ya que la tierra en este sitio se traga los objetos con más velocidad que el tiempo que tarda un clavo en hundirse en un montón de paja". Cuando el Imâm y su ejército se acercaron a los contornos de Zawrâ’ se encontraron con un sacerdote orando en el monasterio. El religioso dijo al Imâm: "Aquí no acampen, ya que según los escritos de la Biblia en este lugar los Profetas y sus sucesores lucharán por la causa de Dios (yahâd)". El Amir de los Creyentes dijo: "Yo soy el sucesor del Señor de los Profetas, Muhammad ibn ‘Abdul.lah". El padre cristiano que lo había reconocido agregó: "¿Tú eres entre los del Quraîsh conocido por tener poco cabello en la parte frontal de tu cabeza? Leí sobre tus cualidades en la Biblia. Tú eres el mismo que entrará en la región de Barâzâ en Bagdad. Ahí se encuentra la casa de María y Jesús(P)".

‘Alî (P) acompañado del sacerdote llegaron a un lugar en donde el Imâm pegó sobre la tierra con su pie y de repente comenzó a brotar agua de ésta por debajo de sus pies. ‘Alî (P) manifestó: "Este es el mismo manantial que brotó de la tierra para María(P)". Él ordenó que cavaran aproximadamente ocho metros hasta que llegaron a donde se encontraba una lápida blanca. El Imâm apuntando hacia ésta dijo: "Esta es la misma piedra sobre la cuál María dio a luz a Jesús y sobre la cuál oraba".[7]

‘Alî Ibn Al Husaîn (P), el cuarto de los Infalibles, respecto a la interpretación de la aleya 22 del Sura Marîam (19): "…y se apartó (de su familia) con él (en su vientre) a un lugar remoto"

dice: "María llegó a Karbala por el camino de Damasco y su hijo vino al mundo junto al lugar donde hoy día se encuentra la tumba del Imâm Husaîn (P). Entonces aprovechando la oscuridad de la noche regresó a su ciudad".[8]

Wahab relata: "El frío molestaba a María, cuando se acercó a una palmera como consecuencia de los dolores del parto. En este estado, un hombre llamado Habîb o Îûsuf (José) el carpintero, le trajo un poco de leña y encendió una fogata alrededor de María (P) para calentarla. Así también le abrió siete nueces que llevaba consigo las cuáles entregó a María (P) para que calmara su hambre. Por ello es que los cristianos la noche en que celebran el nacimiento de Jesús (P) encienden una fogata y juegan con nueces".[9]

El Imâm Bâqir (P) relata: -Satanás se enteró que esa noche un niño abriría sus ojos al mundo y destruiría a todos los ídolos. Cuando el Demonio escuchó esta noticia emprendió su viaje en busca del Mesías hasta que lo encontró en la casa de un religioso rodeado por los ángeles. Entonces dijeron a Satanás: "¡Aléjate!" No obstante él solicitó a los ángeles que presentaran al padre de Jesús (P). Ellos dijeron: "Él se asemeja a Adán que vino al mundo sin tener padre". Fue en ese momento cuando el Demonio juró que utilizando ese mismo pretexto extraviaría al ochenta por ciento de los seres humanos.[10]

Así también este mismo Imâm en otra narración argumenta: Cuando setenta mujeres jóvenes tacharon a María de haber cometido un acto incorrecto:

﴿ قالُوا يا مَرْيَمُ لَقَدْ جِئْتِ شَيْئاً فَرِيًّا ﴾

¡Oh Marîam! En verdad has traído algo muy grave (Marîam, 19:27)

En ese momento Jesús (P) dijo: "¡Juro por Dios! Aquella de ustedes que abrió su boca para levantar una falsa acusación hacia mi madre, será castigada a latigazos".

Hakam manifiesta: Pregunté al Imâm Bâqir (P): "¿Acaso Jesús cumplió su promesa?". El Imâm respondió: "¡Sí! Y damos gracias a Dios por el favor que otorgó a Jesús".[11]

Wahab Îamânî arguye: Un hombre judío preguntó al Mensajero del Islam (BP): "¿Acaso tu nombre estaba escrito en el Ummil Kitâb (El Libro Madre[12]) antes de que fueses creado?" El Mensajero de Dios contestó afirmativamente, luego el judío volvió a preguntar: "¿Acaso el nombre de tus fieles seguidores también fue anotado?" El Profeta respondió nuevamente: "¡Sí!" El judío volvió a preguntar: "Entonces ¿por qué tú a la hora de nacer no hablaste al igual que lo hizo Jesús el hijo de María?" El Profeta expresó: "Mi situación era completamente diferente a la suya. Jesús al igual que Adán vino al mundo sin tener la necesidad de un padre. Y si él no hubiese podido hablar y defenderse sin duda a María, al igual que a las otra mujeres puras, la hubiesen acusado".[13]

El Imâm Ridâ (P) declara: "Los dátiles mencionados en la historia de María (P) son de tipo prensados, y fueron enviados para ella el mes de Canun (uno de los meses antiguos romanos)".[14]

Respecto al porqué Jesús fue llamado "el Mesías" (Masîh) existen diferentes opiniones que en forma condensada las mencionamos a continuación:

- Porque su existencia trajo felicidad y abundancia a la gente.

- Ya que él por medio del mash (ungimiento[15]) y limpieza alejaba las impurezas y pecados de él.

- Él nunca ungía a ningún enfermo sin que recuperase muy pronto la salud.

- Cuando él nació, el Arcángel Gabriel lo tocó con sus alas para protegerlo de las maldades del Demonio.[16]

En la exégesis de ‘Aîâshî está registrado: Un grupo de los seguidores de Jesús (P) le solicitaron que reviviese a un muerto. Este Profeta se presentó ante la tumba de Sâm Ibn Nûh y le pidió que con el permiso de Dios reviviese. No transcurrió mucho tiempo que la tumba se abrió y Sâm salió de ésta. Entonces Jesús (P) le pregunto: "¿Estás dispuesto a vivir en este mundo, o deseas regresar a la vida eterna?" Sâm respondió: "Deseo regresar, todavía siento el calor y ardor de la muerte en mi costado".[17]

Abân Ibn Taqal-lub preguntó al Imâm Sâdiq (P): "¿Acaso Jesús hijo de María pudo revivir a algún muerto? ¿Y el revivido continuó con su vida normal sobre la tierra, y tuvo hijos?" El Imâm después de responder afirmativamente dijo: "Jesús tenía un amigo sincero que murió. Entonces él, acompañado por la madre de su amigo, se presentó ante la tumba de éste y con el permiso de Dios lo revivió. La madre que lloraba de alegría pidió a Jesús que permitiese que su hijo viviese junto a ella por muchos años. Por medio de las súplicas de Jesús su amigo vivió durante veinte años más en la tierra y fue padre de varios hijos".[18]

En la exégesis del Imâm Hasan Askarî (P) está registrado que el Mensajero del Islam (BP) argumentó: "El pueblo de Jesús (P) le pidió que les trajese comida del cielo y Dios envió una revelación a Su Enviado diciendo que se las enviaría, pero en caso de alguno de ellos se volvía incrédulo después de recibirlas, los castigaría con una gran pena

﴿ قالَ اللَّهُ إِنِّي مُنَزِّلُها عَلَيْكُمْ فَمَنْ يَكْفُرْ بَعْدُ مِنْكُمْ فَإِنِّي أُعَذِّبُهُ عَذاباً لا أُعَذِّبُهُ أَحَداً مِنَ الْعالَمِينَ ﴾

Dijo Al.lah: La haré bajar para vosotros, pero al que después de esto reniegue, lo castigaré con un castigo que nadie en los mundos habrá conocido (Al Mâ’idah, 5:115)".

Después de haber sido enviados los alimentos, un grupo se volvió incrédulo, y Dios los castigó cambiando su fisonomía a la del cerdo, mono, gato, oso y diferentes aves y cuadrúpedos. Algunos asientan que este cambio de fisonomía fue realizado en cuatrocientos diferentes tipos.[19]

El Imâm Bâqir (P) dijo: "Los alimentos que fueron enviados del cielo para los Hijos de Israel colgaban de cadenas de oro; éstos eran nueve platillos y nueve panes diferentes".[20]

El Imâm Sâdiq (P) en una narración cuenta: -Le fue preguntado a Jesús (P) la causa por la cual no había contraído matrimonio para que tuviese herederos. A lo que respondió: "¿Qué necesidad tengo de poseer descendientes? Si están con vida, serán rebeldes, y si no lo están, serán causa de tristeza y congoja".[21]

El Amir de los Creyentes, ‘Alî (P) en uno de sus sermones manifestó: "Îsâ Ibn Marîam utilizaba una piedra como almohada; sus ropas eran burdas; su alimento era el hambre y la luz de la luna lo iluminaba por la noche; su refugio en invierno eran los rincones del mundo, y su fruta las plantas que brotaban de la tierra. No tenía esposa que lo sedujese, ni infante por el cual entristeciese ni tampoco era codicioso para volverse despreciado. Su medio de transporte eran sus pies, y el asistente de su casa, sus manos".[22]

En la obra Irshâdul Qulub está inscrito: Jesús siempre decía: "Mis asistentes son mis manos; mi transporte son mis pies; mi lecho, la tierra; mi almohada, la piedra. En invierno me refugio en el calor de la tierra, y mi lámpara de noche es la luz de la luna; mi guisado es el hambre; y mi refugio nocturno, el miedo a Dios. Mi vestido es de lana, y mi fruta y verduras son las plantas que surgen de la tierra; por las noches voy a dormir, mientras no llevo nada conmigo; y por las mañanas levanto mi cabeza de la tierra, y tampoco tengo nada; de todas maneras sobre la Tierra no existe nadie más opulento que yo".[23]

Mufaddal relata lo siguiente del Imâm Sâdiq (P): Los lugares existentes sobre la tierra se jactaban cada uno de ser más glorioso que el otro. Como La Ka‘bah que se sentía más gloriosa que Karbala, hasta que un día Dios envió una revelación diciéndole que se abstuviera de hacerlo ya que en ese lugar existía un árbol en el que Moisés (P) habló con Dios, y una colina en la cuál María y Jesús (P) se refugiaron y se bañaron con el agua de ese lugar; y también Karbala es el lugar donde fue lavada la bendita cabeza degollada del Imâm Husaîn (P) en la cubeta de un pozo".[24]

Sadî preguntó al Imâm Bâqir (P): "¿Acaso Dios contagia a sus siervos sinceros de algunas enfermedades?" El Imâm respondió: "¿Acaso alguien fuera de los siervos sinceros es examinado por Dios? José el carpintero que vivió en la época de Jesús hijo de María (P) dijo así:

﴿ يا لَيْتَ قَوْمِي يَعْلَمُونَ ﴾

¡Pobre de mi gente! Si supiera (Âli Imrân, 36:25)".

El Imâm Bâqir (P) interpretó esta aleya de la siguiente forma: "Él estaba contagiado de lepra".[25]

Abû Basîr relata haber escuchado del Imâm Sâdiq (P) lo siguiente: En una ocasión Îsâ Ibn Marîam (P) pasó cerca de un pueblo en el cuál la gente estaba festejando y bailando. Cuando se enteró que ese día llevarían a la novia a su nueva casa les dijo: "Hoy reís, sin embargo mañana lloraréis ya que la novia no estará entre vosotros". Un grupo de hipócritas sonrientes dijeron a los otros: "Mañana se comprobará si alguien muere o no".

 Al día siguiente trajeron la noticia de que la novia estaba con vida. Jesús (P) al escuchar estas palabras dijo: "Dios actúa como considera mejor". Entonces acompañado por la gente se dirigió hacia la casa de la novia donde le preguntó que cuál había sido el acto benevolente que realizó la noche anterior". La novia dijo: "Al igual que todos los jueves por la noche vino un mendigo, tocó a la puerta y llamó al dueño de la casa pidiendo un poco de comida; ya que los demás estaban ocupados en sus quehaceres, nadie lo escuchó, hasta que fui y ocultándome para que no me reconociese le entregué un poco de comida". Jesús (P) le pidió que se levantase de su asiento. Cuando la novia lo hizo, todos vieron que debajo de ella se encontraba una víbora dormida. Jesús (P) le dijo: "Tu buena acción llevada a cabo la noche anterior hizo que desapareciese la desgracia, y tu vida no llegase a su fin".[26]

El Imâm Sâdiq (P) preguntó a ‘Abdul.lah Ibn Walîd: ¿Qué opinan tus seguidores respecto a ‘Alî Ibn Abî Tâlib (P), Jesús (P) y Moisés (P), a cuál de ellos consideran más superior? Ibn Walîd respondió: "¡Ellos no prefieren a otro fuera de los Profetas Prominentes (ulul-‘azm)!" El Imâm Sâdiq (P) continuó diciendo: "Sin embargo si tú debates con ellos basándote en el Corán, sin duda se despejará la duda que ‘Alî, el Amir de los Creyentes, era superior, ya que el Sagrado Corán respecto a Moisés (P) dice:

﴿ وَ كَتَبْنا لَهُ فِي الأَْلْواحِ مِنْ كُلِّ شَيْ‏ءٍ مَوْعِظَةً ﴾

Y nosotros ordenamos para él en las tablas amonestadoras, (una parte) de la exhortación para todo y de la explicación de todo lo que necesitaba la gente de Israel, como por ejemplo consejos y lecciones (Al A‘râf, 7:145)".

En esta aleya se puede notar que hace referencia a una parte de la exhortación y a una parte de la explicación de todo y no a todo, donde dice "de la exhortación para todo y de la explicación de todo".

Y respecto al hijo de María encontramos

﴿ وَ لأُِبَيِّنَ لَكُمْ بَعْضَ الَّذِي تَخْتَلِفُونَ فِيهِ ﴾

"En verdad he venido a vosotros con sabiduría y para aclararos algo de aquello en lo que disentís" (Az Zujruf, 43:63).

De esta aleya podemos deducir que hace referencia a algunos mandatos "algo de aquello" y no a todos los mandatos.

Sin embargo respecto al Amir de los Creyentes se refiere de la siguiente forma:

﴿ كَفى بِاللَّهِ شَهِيداً بَيْنِي وَ بَيْنَكُمْ وَ مَنْ عِنْدَهُ عِلْمُ الْكِتابِ ﴾

"Di (Mensajero de Dios) a los incrédulos de La Meca: Al.lah y aquél que tenga el verdadero conocimiento del Libro (refiriéndose a ‘Alî Ibn Abî Tâlib) es suficiente entre vosotros y yo (Ar Ra‘d, 13:43)".[27]

 El Imâm Sâdiq (P) relata del Imâm Hasan Muytabah (P) lo siguiente: "Jesús vivió treinta y tres años cuando fue elevado a los cielos; el regresará a la tierra en las cercanías de Damasco y asesinará a Dayyâl (el anticristo, el impostor)".[28]

 Expresó el Imâm Ridâ (P): "Sobre el anillo del Profeta Jesús (P) están inscritas dos frases que fueron extraídas de La Biblia: ¡Bienaventurado sea aquel siervo a causa del cual Dios es recordado!,... y ¡pobre de aquel siervo a causa del cual Dios es olvidado!"[29]

El Imâm Bâqir (P) declaró: "Dios Todopoderoso envió a Jesús (P) a los Hijos de Israel. El centro de su profecía fue Baîtul Muqaddas, y sus apóstoles fueron doce".[30]

Debe tenerse en cuenta que las narraciones como las anteriormente mencionadas no se contraponen a que el mensaje de los Profetas Prominentes (Noé, Abraham, Moisés, Jesús y Muhammad) fuese universal. En forma similar se dice del Mensajero del Islam (BP) que él es el Enviado de los árabes y pertenece a La Meca.

‘Abdul.lah Ibn Sânân observa: Mi padre preguntó al Imâm Sâdiq (P): "¿Acaso Jesús (P) también al igual que la demás gente del mundo se vio atrapado por las dificultades?" El Imâm le respondió: "¡Sí, en efecto! A veces se enfermaba. Sobre todo cuando era un niño, solía padecer enfermedades de los viejos, tales como dolor de espalda y otros. Su madre María (P) le preparaba lo que él ordenaba, como una mixtura hecha con miel, comino y aceite, y Jesús (P) lo bebía con aversión".[31]

Hay una narración registrada del Imâm Sâdiq (P) de la siguiente manera: En ocasiones Jesús (P) se retorcía como causa de los dolores y solicitaba a su madre María que utilizando la corteza de varios árboles le preparase una infusión. En el momento que Jesús (P) la bebía gritaba y lloraba por su mal sabor, y cuando su madre le preguntaba: "¿Por qué lloras, si tú mismo me pediste que te hiciese esta infusión?" Le respondía: "¡Querida madre! Lo que te pido es resultado de mi sabiduría profética, y mis lloriqueos es resultado de mi niñez".[32]

El Imâm Ridâ (P) expone de sus ancestros y ellos del Mensajero de Dios (BP) la siguiente narración: "Utilicen siempre lentejas en vuestra comida, ya que suaviza el corazón y aumenta las lágrimas. La abundancia que proporcionan las lentejas es como producto de que setenta profetas las utilizaron y el último de entre ellos fue Jesús hijo de María (P)".[33]

Dâwûd Raqî relata las siguientes palabras del Imâm Sâdiq (P): "Alejaos de la envidia y engreimiento, y acercaos a la abstinencia Divina. A Jesús hijo de María (P) le gustaba viajar por el mundo. En uno de sus viajes un hombre de su confianza lo acompañaba. Cuando los dos llegaron al mar, Jesús (P) mencionando el nombre de Dios cruzó el agua caminando. Su compañero lo siguió, pronunció las mismas palabras que Jesús (P) y lo alcanzó en medio del mar. En ese momento lo invadió el egoísmo y se dijo: "Si yo puedo caminar sobre el mar al igual que Jesús (P), entonces (él) ¿en que me supera?" Estaba meditando en sus palabras cuando de repente se sumergió y pidió ayuda a Jesús (P), quien se acercó de inmediato hacia él para ayudarlo y le pidió que se arrepintiese ante Dios y nunca desease algo que no estaba a su altura".[34]

El Imâm Sâdiq (P) en una narración declara: En una ocasión que Jesús (P) estaba a la orilla del mar, aventó uno de sus panes al agua. Los apóstoles que se encontraban en ese lugar le preguntaron: "¿Por qué, a pesar de que vos necesitáis de ese pan, lo habéis echado al agua?" Jesús (P) respondió: "Hay un animal hambriento dentro del mar, y yo sé que la recompensa de este acto ante Dios es muy grande".[35]

C. JESÚS (P) Y SATANÁS.

LOS APÓSTOLES Y LOS CONSEJOS DE JESÚS (P).

‘Ibn ‘Abbas relata: Un ser puro, similar a los ángeles, encontró a Satanás a las orillas del mar, prosternado sobre una gran roca, llorando intensamente. Se le acercó y le preguntó la razón de su llanto, a lo cual Satanás respondió: "Se que Dios me enviará al Infierno, sin embargo deseo que se apiade de mí y que me saque del fuego en el que me encontraré".[36]

El Imâm Sâdiq (P) relató: "Jesús (P) se enfrentó al Demonio cuando se encontraba en la cima de una montaña llamada Arîhâ. Éste le pidió que al igual que había curado a los leprosos y ciegos, y había revivido a los muertos, así también se aventase desde lo alto de la montaña. Jesús (P) en respuesta le dijo: "En esos actos tenía yo el permiso de Dios. No obstante en este acto en especial carezco de Su permiso".[37]

En otra narración de este mismo Imâm está asentado: Satanás pidió a Jesús (P) que se aventara de lo alto de un muro, orden que Jesús (P) refutó diciendo: "¡El siervo nunca inspecciona a Dios en este asunto!" Entonces Satanás le preguntó: "¿Acaso tu Dios tiene el poder de colocar el mundo dentro de un huevo, de tal forma que el huevo no cambie ni su figura ni su tamaño?" Jesús (P) le respondió: "¡Dios es Poderoso! Sin embargo lo que tu solicitas es como reunir cosas incompatibles".[38]

El Imâm Bâqir (P) expuso: En una oportunidad Jesús (P) preguntó al Demonio: "¿Acaso en alguna ocasión ha fracasado tu ardid?" El Demonio respondió: "¡Sí! El día en que tu abuela Hannah, esposa de Imrân, después de que Dios les otorgó, contrario a sus deseos, una hija llamada Marîam, la confió a Dios en contra del maldito Demonio.

﴿ رَبِّ إِنِّي ... وَ إِنِّي أُعِيذُها بِكَ وَ ذُرِّيَّتَها مِنَ الشَّيْطانِ الرَّجِيمِ ﴾

Señor mío, he dado a luz a una hembra… y la he llamado María, y la encomiendo a ella y a sus hijos a Tu protección en contra del maldito demonio" (Âli Imrân, 3:36).[39]

‘Alî Ibn Al Husaîn Ibn Fadâl relata: Pregunté al Imâm Ridâ (P): "¿Por qué llamaron Jawarîân (apóstoles) a los compañeros de Jesús?" Me respondió: "Ya que ellos mantenían sus ropas puras de cualquier impureza. Y jawwâr se deriva del vocablo jawâr que significa harina que fue cernida varias veces. Jawarîân o los apóstoles del Mesías era un grupo que se mantenían lejos del pecado por medio de los consejos". Ibn Fadâl agrega: Entonces pregunté al Imâm: "¿Por qué llamaron a los nisâri (los de Nazaret) con este nombre?" Me dijo: "Ya que ellos pertenecen a una región de Damasco llamada Nazaret, y ese es el mismo lugar en que residieron Jesús y María luego de que regresaron de Egipto".[40]

El Mensajero del Islam (BP) manifestó: "Entre los hombres del mundo los que van a la vanguardia son tres: ‘Alî Ibn Abî Tâlib, José el carpintero y Hazqil (Ezequiel) y el que ocupa la jerarquía más alta entre ellos sin duda es ‘Alî Ibn Abî Tâlib".[41]

En la obra Al Kâfî está registrado: Îsâ Ibn Marîam (P) dijo a sus apóstoles: "Tengo una aspiración que quiero llevarla a cabo en vosotros". Entonces se levantó y lavó los pies de cada uno de ellos. Los apóstoles dijeron: "¡Oh, Ruhul.lah (alma de Dios)! Vos merecéis que nosotros lavemos vuestros pies". A lo que Jesús (P) respondió: "El sabio es el que más merece servir a la gente. Yo me comporté humilde con vosotros para que después de mi muerte hagáis lo mismo con la gente. –Y continuó diciendo- Por medio de la humildad acreció la teología revelada, sin embargo la soberbia es la plaga del conocimiento y evita su desarrollo, al igual que la semilla se desarrolla sobre la tierra no sobre las montañas roqueñas".[42]

En una ocasión preguntaron al Imâm Sâdiq (P): "¿Cómo es que los apóstoles de Jesús (P) caminaban sobre el agua descalzos? Sin embargo este suceso no ocurrió entre los compañeros del Mensajero del Islam (BP)". El Imâm respondió: "Los apóstoles de Jesús se habían desentendido de las labores rutinarias de la vida y la subsistencia, empero los seguidores del Mensajero del Islam (BP) fueron y serán examinados participando en las diferentes actividades de la vida diaria, así como el mantenimiento de su familia y el suyo propio".[43]

Muhammad Ibn Muslim cuestionó al Imâm Sâdiq (P) lo siguiente: "¿Acaso aquel que se dedica humildemente a adorar a Dios, sin embargo sus palabras son falsas, llevará alguna ganancia de sus actos?" El Imâm objetó: "Este tipo de gente podemos encontrarla en cantidad entre los Hijos de Israel. Hubo un hombre de una familia que no cumplía los mandatos religiosos obligatorios y luego de cuarenta días de pedir a Dios, sus peticiones fueran aceptadas. Sin embargo, hubo otro hombre de esa misma familia, que hacía lo imposible por llevar a cabo esos mismos mandatos sin embargo después de cuarenta días de suplicar sus peticiones no fueron aceptadas por el Creador. Entonces él se presentó ante Jesús (P) y le pidió que suplicara por él. Jesús (P) lo hizo y después de pedir por el hombre, solicitó ayuda a Dios, no obstante Dios le envió una revelación diciendo: Mi siervo no actúa como se le ha ordenado, ¡¿por qué él al suplicar me pide a Mí algo mientras que duda de tu profecía?!

Entonces Jesús (P) le preguntó: ¿Acaso no aceptabas mi jerarquía de Profeta cuándo suplicabas con humildad? El hombre juró vanamente que no era así, pero al mismo tiempo solicitó a Jesús (P) que pidiese a Dios que sacara esa duda de su corazón. Poco después fue aceptado el arrepentimiento de ese hombre y dentro de sus compañeros se convirtió en un individuo del cuál eran aceptadas sus súplicas".[44]

En la obra Bihârul Anwâr está asentado: Un día Jesús (P) acompañado por sus apóstoles andaban cerca de una ciudad. Cuando cruzaron por las afueras de ésta encontraron un tesoro y requirieron a Jesús (P) que se detuviesen para seguir buscando en ese lugar, tal vez pudiesen encontrar otros objetos valiosos. Jesús (P) les dijo: "Ustedes continúen su búsqueda, yo también por mi parte iré en busca de mi tesoro dentro de esta ciudad".

Se alejó de ellos y se dirigió a la casa de una anciana que vivía con su hijo en forma muy indigente. Después de que Jesús (P) habló con el joven, entendió que era una persona muy inteligente, pero también se dio cuenta que algo lo hacía sufrir y su mirada dejaba ver una gran tristeza. Cuando Jesús (P) pidió al joven una explicación se percató que éste estaba enamorado de la hija del rey, pero como consecuencia de su indigencia no encontraba el impulso necesario para acercarse y comunicárselo. Jesús (P) al ver la desesperación que invadía del joven le dijo que tenía un plan. Le propuso: "Mañana, cuando los ministros y subalternos del rey se dirijan para verlo, diles que ha venido un joven para pedir al rey la mano de su hija. Observa detalladamente la reacción de cada uno de ellos, y todo lo que suceda ven y cuéntamelo a tu regreso.

Al día siguiente muy temprano, siguiendo las recomendaciones de Jesús (P) el joven hizo llegar su mensaje a los oídos de los ministros, empero ellos lo hicieron objeto de sus burlas. Cuando pusieron al tanto al rey de lo sucedido, éste pidió al joven que fuese a verlo. Entonces sonriendo y burlándose le dijo: "Te daré a mi hija en caso de que me traigas esta cantidad de rubíes, perlas y piedras preciosas", para lo cuál el joven pidió tiempo para consultar. Saliendo de ahí se dirigió directamente hacia donde se encontraba Jesús (P) y le relató su encuentro con el rey y lo sucedido. En ese momento Jesús (P) pidió al joven que se dirigiese hacia unas ruinas que se encontraban a la orilla de la ciudad ya que por orden de Dios las piedras de ese lugar se habían convertido en piedras valiosas para que él pudiese llevarlas al rey. Cuando el joven entregó las joyas al rey, éste quedó atónito y para probarlo nuevamente le pidió que le trajese más de estas piedras valiosas.

La segunda vez que el joven vino a ver al rey, su asombro se duplicó y en la soledad le preguntó respecto a su secreto. Al enterarse que el provocador de este suceso había sido Jesús hijo de María (P), lo invitó formalmente para que él casase a su hija con este joven. Por otra parte, ya que el rey no tenía hijo varón, nombró a su nuevo yerno heredero del trono. Después de transcurridos dos días, el rey falleció y este joven tomó el trono. Aquí había terminado la misión de Jesús (P), empero antes de despedirse el rey joven le preguntó: "¡Estoy asombrado! Si tú tienes el poder de sacarme de la pobreza y colocarme en el trono, entonces ¿por qué no aprovechas tú de este privilegio que gozas?" Jesús (P) le respondió: "El sabio religioso, y aquel que entiende que este mundo es pasajero y conoce la bajeza de éste, nunca acepta esas cosas superficiales. Por mi cercanía y amor a Dios me he dedicado a buscar los placeres espirituales, ya que los placeres mundanales en comparación a éstos no valen nada.

El joven que con atención escuchaba las palabras de Jesús (P) dijo: "Entonces, si es así como tu dices ¿por qué escogiste lo mejor para ti y a mi me colocaste en un enigma como éste?" Jesús (P) en respuesta le dijo: "Quería que mis palabras fuesen un ejemplo para los demás". Después de este suceso el joven renunció al trono y se añadió a los compañeros de Jesús (P). El Profeta regresó a donde se encontraban sus apóstoles buscando tesoro y les dijo: "Este joven es el tesoro que buscaba yo dentro de esa ciudad".[45]

El Imâm Sâdiq (P) relató: Un día Jesús (P) acompañado de tres de sus apóstoles transitaban un camino cuando su vista fue atraída por tres lingotes de oro. Jesús dijo a sus acompañantes: "Este oro será la causa de que algunos mueran". No transcurrido mucho tiempo cuando sus tres acompañantes, cada uno poniendo algún pretexto se separaron de él. Ellos se reunieron en un punto para repartir entre ellos mismos los lingotes. Dos de ellos comisionaron al tercero para que fuese a la ciudad y trajese alimentos. Éste tercer hombre, al regresar echó veneno a la comida de sus amigos con el fin de apoderarse de todo el oro. Por otra parte, los otros dos también habían acordado matar al tercero para repartir el oro entre ellos dos.

Poco después cuando el tercer hombre regresaba de la ciudad, los otros dos lo atacaron y asesinaron. Estos dos también, como resultado de ingerir la comida envenenada, murieron. Jesús (P) que había predicho tal suceso se presentó ante los cuerpos muertos y con el permiso de Dios, les regresó la vida para que supiesen que lo que Jesús (P) dice es la verdad.[46]

El Imâm Bâqir (P) narró lo siguiente: Cuando Jesús (P) cumplió los siete años, su madre lo envió a la escuela. Al principio de la clase el maestro le pidió que dijese: "En el Nombre sea de Dios". Jesús así lo hizo. Entonces le pidió que dijese el alfabeto ABYaD. Jesús preguntó a su maestro. "¿Acaso usted sabe que significa ABYaD?" El maestro enojado quiso pegarle, empero Jesús con su corta edad le pidió que renunciase a castigarlo para que él le dijese el significado de "ABYaD". Dijo así:

 La "A" –significa las mercedes y favores de Dios;

 la "B" –bondad y esplendor de Dios;

 la "Y" – belleza de Dios; y

 la "D" – significa el din (religión) de Dios.

Pero "HaWWaS":

 La "H" – miedo y temor del Infierno;

 la "W" –el pozo del Infierno llamado waîl;

 la "S" – el ruido que despide este pozo.

Y "HuTÎ" (la "H", "T" y "Î") significan que Dios perdonará los pecados de los pecadores.

"KaLaMaN" ("K", "L", "M" y "N") – o sea la palabra de Dios en la cuál no es conveniente hacer en ésta cambio alguno.

"Sa‘FaS" ("S", "F" y "S") – (ojo por ojo, diente por diente) medida a cambio de una medida y retribución (o castigo) a cambio de una retribución (o castigo).

"QaRiSHaT" ("Q", "R", "SH" y "T") – o sea los recolectó de todos los rincones entonces los congregó para el Día del Juicio Final".

Luego el maestro pidió a María (P) que se llevase a su hijo ya que Jesús (P) no necesitaba de lecciones ni de maestro.[47]

En un dicho que el Imâm Sâdiq (P) transmite del Mensajero del Islam (BP): En una ocasión Jesús (P) pasó cerca de la tumba de un hombre al cuál torturaban. Pasado un tiempo nuevamente transitó cerca de esa tumba, empero no había señal alguna de tortura. Jesús (P) pidió a Dios que le explicara la causa y Él le envió una revelación diciendo: "¡Oh Ruhul.lah (alma de Dios)! Dios le dio un hijo que será uno de los hombres buenos de su época y dará refugio a algunos huérfanos. Es por ello que Dios lo salvó de las torturas de la tumba".

Jesús hijo de María dijo a Juan hijo de Zacarías: "Si dijesen algo sobre ti que existe en ti, debes saber que Dios te ha agraciado, y confiesa y pide perdón a Dios por tu falta. No obstante si levantaron un falso rumor respecto a ti, debes saber que obtuviste una recompensa sin esfuerzo la cuál será escrita en la hoja de tus actos".[48]

Como ejemplo de uno de los consejos de Jesús hijo de María tenemos las siguientes palabras: "¡Oh, sabios poseedores de una nociva naturaleza y actos! Sabed que la orden de Dios no es así como vosotros lo aceptáis, sino que habéis sido creados para morir, y construís para que sea destruido. Y aquello que habéis acumulado lo dejaréis para vuestros herederos. Moisés (P) os ordenaba que no juraseis en vano y yo os pido que ni siquiera juréis por algo verdadero. ¡Oh, gente de Banî Isrâ‘il! Os invito a que comáis de las planas silvestres y pan de cebada, evitad comer pan de trigo, ya que temo que no podáis agradecerlo".[49]

El Príncipe del los Creyentes, ‘Alî (P) relata del Mensajero del Islam (BP): En una ocasión Jesús (P) transitaba por una ciudad en la cuál observó a una mujer y un hombre que discutían. El hombre decía: "A pesar de que mi esposa es una mujer devota y pura, sin embargo su rostro no es bello". El Mesías dijo a la mujer: "Si deseas tener un rostro bello y juvenil, no comas demasiado ya que la gula provoca que el alimento se acumule en el estomago y por consiguiente aparece el aumento de peso, y por último, pierdes la belleza y frescura".[50]

El Mensajero del Islam (BP) manifestó: En una ocasión Jesús (P) pasaba cerca de un plantío. La gente de esa región se quejaba de la plaga que había invadido sus frutos. Jesús (P) les recomendó que cuando quisiesen trasplantar un árbol, después de que lo colocasen dentro de la tierra y antes de que echaran tierra sobre sus raíces, le diesen agua, para evitar que las lombrices invadiesen el árbol.[51]

En otra narración el Mensajero del Islam (BP) argumentó: Los habitantes de una región en la que los rostros de la gente era amarillo y tenían ojeras pidieron a Jesús (P) que les dijese como podían curarse de esa enfermedad. Jesús (P) les recomendó: "Desde hoy laven la carne que quieren comer antes de cocinarla".[52]

El Enviado de Dios (BP) expresó: La gente de una región se quejó con Jesús (P) por sus dientes separados y fases hinchadas. Este Profeta respecto a la curación de éstos dijo: "Cuando dormís cerráis vuestras bocas y es por ello que vuestra respiración se acumula dentro de vuestros pulmones y al no encuentra el camino para salir, queda dentro de vuestras bocas y de ahí ataca a las raíces de vuestros dientes, provocando así la descomposición de éstos. Es mejor que para evitar esto dejéis abiertas vuestras bocas en el momento de dormir".[53]

El Imâm Sâdiq (P) relata: Jesús decía: "Con el permiso de Dios revivo a los muertos, y curo enfermedades tales como la lepra y ceguera. Sin embargo nunca pude aliviar la estupidez de la gente". Le fue preguntado a Jesús (P): "¿Quién es un estúpido?" A lo que respondió: "Es aquél que se siente engreído y considera que posee las virtudes y las utiliza para su conveniencia, y cree poseedor de todos los derechos y no acepta que otros los tengan. Para curar a una persona como ésta no existe ninguna medicina".[54]

Se cuenta que en una ocasión Jesús (P) con un grupo de sus apóstoles, pasaron junto al cadáver de un perro. Sus compañeros taparon sus narices censurando el mal olor que despedía éste. No obstante el Profeta Jesús (P) les dijo: "A pesar de todo tiene unos dientes muy blancos".[55]

En una ocasión le preguntaron a Jesús hijo de María (P) el por qué no construía una casa para sí mismo, a lo cual respondió: "Las ruinas de nuestros antepasados son suficientes",[56]

Se dice que un día Jesús (P) al quererse refugiar en una casa del frío y los truenos del cielo, encontró a una mujer dentro de ésta. En ese momento salió de la casa y buscó refugio en una cueva de la montaña, sin embargo ahí encontró a un león salvaje. El Enviado dijo a su Señor: "¡Dios mío! Cada cuál posee su albergue ¡a excepción de tu Profeta!" en ese momento Dios le envió una revelación diciendo: "Tu morada se encuentra junto a Mi benevolencia, y el Día del Juicio Final cien ángeles del Paraíso contraerán matrimonio contigo… y diré al heraldo del empíreo que proclame: "¡Donde estáis ascetas del mundo! ¡Venid y ved el matrimonio del asceta llamado Jesús hijo de María!"[57]

Narran que el mundo se presentó ante Jesús (P) en forma de una anciana con los dientes rotos, y engalanado con diferentes adornos. Jesús el Profeta (P) le preguntó: "¿Cuántas veces hasta hoy has contraído matrimonio?" El mundo le respondió: "He perdido la cuenta". Jesús (P) volvió a preguntar: "¿Han muerto tus cónyuges o es que os habéis divorciado?" Contestó el mundo: "Ninguna de esas, sino que los he matado a todos". El Enviado de Dios diciéndole exclamó: "¡Pobre de todos tus esposos que se encuentran aún con vida, pero aún así no se alejan de ti!"[58]

Se dice que en una ocasión Jesús (P) encontró a un viejo que con una pala pequeña labraba la tierra. Levantando las manos al cielo Jesús Hijo de María (P) comenzó a suplicar y dijo: "¡Dios mío termina con la esperanza de su corazón!" En ese momento el viejo dejó de trabajar. Jesús (P) levantando sus manos nuevamente suplico por el viejo diciendo: "¡Dios mío dale esperanzas!" El campesino comenzó nuevamente a trabajar. Cuando Jesús (P) le preguntó la razón de su comportamiento el viejo contestó: "Al estar trabajado mi apetito terrestre me dijo: -Haz llegado a la edad de la vejez, ya no debes trabajar-. Coloqué la pala a un lado y me puse a descansar; empero unos minutos más tarde nuevamente mi codicia me dijo: -Para seguir viviendo te vez necesitado de tu trabajo-. Entonces fue cuando comencé nuevamente a arar la tierra".[59]

D. LA INTERPRETACIÓN DEL SONIDO DE LA CAMPANA.

LA ASCENCIÓN DE JESUS (P) A LOS CIELOS.

Hâriz Ibn A‘war dijo: Cuando acompañando al Amir de los Creyentes nos dirigíamos a la ciudad de Hirah, nos encontramos con un sacerdote que hacía sonar las campanas de la iglesia. El Imâm ‘Alî (P) me dijo: "¡Oh, Hâriz! El ruido de la campana dice:

- Dios es auténtico y su promesa verdadera.

- El mundo nos engaña y nos quita la voluntad de la obediencia.

- ¡Hijos del mundo! Caminad más despacio, escuchen mi sonido que el mundo durante siglos ha destruido a muchedumbres innumerables.

- No pasaremos un día a menos que las columnas principales de nuestra existencia se debiliten, destruyamos nuestra casa en el otro mundo y poblemos nuestra casa de este mundo.

- Nunca entenderemos la pérdida que tendremos hasta el día en que vayamos a la casa eterna".

Hâriz dice: Pregunté al Imâm ‘Alî (P): "¿Acaso los cristianos saben de esto?" Respondió: "Si ellos lo supiesen, nunca hubiesen colocado al Mesías en la jerarquía de Dios". Entonces el sacerdote tuvo fe en ‘Alî (P) y dijo: "Yo leí en la Tora que al final de los tiempos vendría un hombre e interpretaría el sonido de la campana".[60]

En la obra Kamâlid Dîn está registrado un dicho del Mensajero del Islam (BP) que dice: "El año cincuenta y uno del gobierno de Asîj Ibn Ashkân, Jesús el hijo de María (P) fue elegido como profeta. Él se dirigió a Baîtul Muqaddas y hasta la edad de los treinta y tres años invitó a los Hijos de Israel a adorar a Dios Único, hasta que los judíos lo apresaron y supusieron que lo habían matado. Sin embargo Dios Todopoderoso había cerrado cualquier camino para que los judíos pudiesen someter a Jesús (P), y ellos creyeron haber matado al Profeta".[61]

El Imâm Bâqir (P) manifestó: La noche acordada para la ascensión a los cielos de Jesús (P), los doce apóstoles se reunieron en una casa. Entonces, Jesús (P) sentado en el manantial que se encontraba dentro de la casa, meneó su cabeza y dijo: "Dentro de poco me libraré de los judíos y ascenderé a los cielos. Ahora ¿quién de usted esta dispuesto a ser crucificado en mi lugar para que Dios le otorgue la misma jerarquía que me ha otorgado a mi?" Un joven de los presentes aceptó este compromiso. Entonces Jesús (P) le informó: "Muy pronto uno de ustedes me traicionará, y después de este suceso los Hijos de Israel se dividirán en tres. Dos de estos grupos serán quemados por las llamas del Infierno, y únicamente el grupo de obedezca Sham‘ûn (Simón) obtendrá la salvación". Poco después Jesús (P) desde algún ángulo de esa casa, ante los ojos de sus apóstoles ascendió a los cielos.

El Imâm Bâqir (P) continuó diciendo: "Esa noche los judíos buscaron a Jesús (P) casa por casa y capturaron a dos de los apóstoles. Uno de ellos fue el que aceptó ser crucificado en lugar de Jesús (P), y el otro de ellos fue aquél que Jesús (P) había predicho su traición".[62]

El Mensajero del Islam (BP) dijo: "Cuando los judíos quisieron matar a Jesús (P), el Arcángel Gabriel se le presentó y extendió sus alas sobre él para protegerlo. En ese momento Jesús (P) se percató de algo escrito en las alas de Gabriel, jurando por los grandes nombres de Dios para que alejara los peligros que lo amenazaban durante el día y la noche: Dios mío! Ciertamente que te suplico por Tu nombre, el Único, el Más Grandioso... Y te suplico ¡Dios mío! por Tu Gran y Elevado Nombre, el que afianza todos Tus pilares, que apartes de mi eso con lo cual he amanecido y he pasado la noche...

Cuando Jesús (P) repitió estas palabras Dios lo elevó a los cielos". Entonces el Mensajero del Islam (BP) pidió a los hijos de ‘Abdul Muttalib y a sus compañeros que repitieran esta súplica con devoción y sinceridad, ya que su petición será atendida de inmediato, ya que esta súplica hace temblar al Empíreo de Dios; y el Creador prometió cumplir a cualquiera su petición en este mundo o la otra vida por medio de esta súplica".[63]

El Imâm Sâdiq (P) argumentó: "Jesús hijo de María ascendió a los cielos vistiendo una camisa larga de lana que María (P) había confeccionado para él. Empero Dios le envió una revelación diciendo que aventara la camisa a la tierra, ya que de cualquier forma era considerado un adorno mundanal".[64]

 El Imâm Ridâ (P) narró: "Nunca fue enviado nada semejante para ningún Profeta como lo que recibió Jesús hijo de María, ya que él fue llevado de la tierra hacia el cielo, entonces entre la tierra y el cielo le fue quitada la vida y nuevamente en el cielo le fue otorgada una vez más.

﴿ إِذْ قالَ اللَّهُ يا عِيسى إِنِّي مُتَوَفِّيكَ وَ رافِعُكَ إِلَيَّ ﴾

Cuando dijo Al.lah: ¡Îsâ! Voy a llevarte y a elevarte hacia Mí y voy a poner tu pureza a salvo de los que no creen (Âli Imrân, 3:55)".

Kalbiîî declara otra versión respecto a la ascensión de Jesús (P): Un grupo de judíos acusaron a María de ser una hechicera y mentirosa. Jesús (P) como consecuencia de la presión espiritual causada por las palabras insistentes de los judíos pidió a Dios que los maldijese. Como resultado de las maldiciones de Jesús (P) el aspecto de las caras de un grupo cambió a la figura de cerdos y monos. Cuando esta noticia llegó a los oídos de Judas, el jefe de los judíos, por temor determinó matar al Mesías. Empero cuando los judíos rodearon el área que cercaba la casa de Jesús (P) para atraparlo, Gabriel llevó a Jesús (P) dentro de la casa a través de una ventana, y de ahí a través de una abertura que había en el techo, lo elevó al cielo. Judas, suponiendo que Jesús (P) aún se encontraba dentro de la casa envió a uno de sus seguidores llamado Tîtânûs para que entrara a través de la ventana de ésta y matara al Profeta Jesús (P). Al ver que Tîtânûs no salía de la casa, Judas creyeron que aún se encontraba luchando con Jesús (P). Por otra parte Dios desde el cielo envió de regresó a la casa el cuerpo sin alma de Jesús (P), para que los judíos se equivocasen y crucificasen el cuerpo de Jesús con el alma de Tîtânûs. Algunos opinan que únicamente la cara de Jesús fue enviada a la tierra y no todo el cuerpo, y sostienen que el cuerpo pertenecía a Tîtânûs y la cara era de Jesús. Así también otro grupo cuestiona ¿si el cuerpo que fue encontrado dentro de la casa era el de Jesús, entonces que sucedió con Tîtânûs? Y así fue como ellos se equivocaron.

Los exegetas mantienen diferentes opiniones respecto a la aleya "Voy a llevarte (te haré morir – mutawaffî’ka) y a elevarte hacia Mí y voy a poner tu pureza a salvo de los que no creen", como por ejemplo:

Yo te tomaré y te elevaré a los cielos sin que la muerte se apodere de ti. Aquí el término "mutawaffî’ka" significa "tomar" y tal vez este mismo término aquí significa tomar su alma y elevarlo en sueños.

Ibn ‘Abbas argumenta: El significado de innî mutawaffî’ka es morir, sin embargo él estuvo muerto únicamente por tres horas y después de ese lapso Jesús (P) resucitó.

Un grupo de sabios de la sintaxis aseguran que aquí habrá que interpretarlo como: elevarte y llevarte (râfi‘uk wa mutawaffî’ka) y la razón de esto es la narración del Mensajero de Dios (BP) que dijo: "Jesús hijo de María no murió, el antes del día del Juicio Final regresará a ustedes".[65]

Por lo tanto la predestinación de la aleya mencionada respecto a la muerte de Jesús (P) lo relaciona con el descenso y regreso de Jesús (P) a la tierra.[66]

En una ocasión Nâfi‘ preguntó al Imâm Sâdiq (P): "¿Cuántos años transcurrieron entre Jesús (P) y el Mensajero del Islam (BP)?" Ustedes sostienen que entre éstos dos Profetas pasaron seiscientos años, no obstante yo sostengo que fueron quinientos años".[67]

Shahr Ibn Hûshab asegura: Hayyây me dijo que basándose en la interpretación de la aleya

﴿ وَ إِنْ مِنْ أَهْلِ الْكِتابِ إِلاَّ لَيُؤْمِنَنَّ بِهِ قَبْلَ مَوْتِهِ ﴾

"Y no hay nadie del Pueblo del Libro que antes de morir no creerán en esto…" (An Nisâ’, 4:159),

 ordenó que cortaran la cabeza de todos los judíos y cristianos. Ibn Hûshab dijo: "¡Emîr, la salud sea para usted! La interpretación de esa aleya no es así sino que se refiere a que Jesús (P) antes de la resurrección el Día del Juicio Final regresará a la tierra y ningún judío o cristiano quedará vivo sobre ésta, a menos que convierta su fe a la de él (a la del Mesías). Entonces Jesús (P) realizará la oración detrás del doceavo de los Inmaculados Imâmes, el Mahdî (P). Cuando Hayyây escuchó estas frases de mi boca dijo: "¿De donde sacaste esa interpretación". A lo que Ibn Hûshab agregó: "La escuché del Imâm Bâqir (P)". Cuando Hayyây escuchó el nombre de este Infalible Imâm con respeto agregó: "¡Juro por Dios! Tus palabras fueron extraídas de un manantial cristalino".[68]

* * *

Llamadas:


[1] Kâfî, t.8, p.191.

[2] Tafsîr ‘Aîâshî, t.1, p.171; Al Burhân, t.1, p.282.

[3] Tafsîr Qumî, t.1, p.100.

[4] Bihâr, t.14, p.203.

[5] Kâfï, t.8, p.126.

[6] Tafsîr Qumî, t.2, p.48.

[7] Amâlî At Tusî, p.124.

[8] Tahdhîbul Ahkâm, t.6, p.73.

[9] ‘Ilal Ash Sharâîa‘, p.79.

[10] Bihâr, t.14, p.215.

[11] Ídem.

[12] Ummil Kitâb quiere decir la "Tabla Protegida". Y la asignación de Tabla Protegida a Ummil Kitâb ‑fuente o madre de los Libros- se debe a que es la raíz de todos los Libros Divinos

[13] ‘Ilal Ash Sharâîa‘, p.79.

[14] Kâfî, t.6, p.347.

[15] mashaj, ‘ungir’ (más frecuente en su forma nominal mashiaj, ‘el ungido’, de donde proviene la palabra ‘mesías’). N.T. La concepción hebrea del ungido o entronizado proviene de una antigua creencia mágica que establece que untar a una persona u olear un objeto con aceite otorga cualidades extraordinarias, incluso sobrenaturales.

[16] Mayma‘ul Baîân, vol.2, t.3, p.81, Impresión Al Haîat.

[17] Tafsîr ‘Aîâshî, t.1, p.147.

[18] ‘Idem, p.184; Kâfî, t.8, p.278.

[19] Tafsîr Imâm Askarî (P), p.234.

[20] Tafsîr ‘Aîâshî, t.1, p.350.

[21] Min Lâ Îahdharul Faqîh, t.3, p.364.

[22] Sharhî Nahyul Balâgah, t.1, p.293.

[23] Irshâdul Qulûb, p.156; ‘Adatul Dâ‘î, p.118; Tanbîhatul Jawâtir, t.1, p.143.

[24] Bihâr, t.14, p.240.

[25] Bihâr, t.14, p.244; Kâfî, t.2, p.254.

[26] Amâlî as Sadûq, p.404; Rûdatul Wâ‘izhînn, p.392.

[27] Basâ’rul Darayât, p.249

[28] Tafsîr Qumî, t.2, p.270.

[29] ‘Uîûn Ajbâr Ar Rida, t.2, p.60.

[30] Kamâlid Dîn, p.220.

[31] Bihâr, t.14, p.253.

[32] Ídem.

[33] ‘Uîûn Ajbâr Ar Rida, t.2, p.45.

[34] Kâfî, t.2, p.306.

[35] Kâfî, t.4, p.9.

[36] Amâlî As Sadûq, p.171.

[37] Bihâr, t.14, p.271

[38].Ídem.

[39] Tasfîr Aîâshî, t.1, p.171.

[40] ‘Uîûn Ajbâr Ar Rida, t.2, p.85; ‘Ilal Ash Sharâîa‘, p.80.

[41] ‘Arâ’is, p.228; Bihâr, t.14, p.274.

[42] Kâfî, t.1, p.37; Tahdhîbul Ahkâm, t.2, p.99; Wasâ‘il, t.12, p.12.

[43] Kâfî, t.5, p.71.

[44] Kâfî, t.2, p.400.

[45] Bihâr, t.14, p.280.

[46] Amâlî As Sadûq, p.152; Rûdatul Wâ‘izhînn, p.469.

[47] Tauhîd, p.236; Ma‘ânîul Ajbâr, p.46; Amâlî As Sadûq, p.260.

[48] Amâlî As Sadûq, p.414.

[49] Tuhfatul Uqûl, p.380.

[50] ‘Ilal Ash Sharâîa‘, p.497.

[51] Ídem, p.574.

[52]  Ídem.

[53] Ídem, p.575.

[54] Ijtisâs, p.221.

[55] Tanbîhatul Jawâtir, t.1, p.117.

[56] Tanbîhatul Jawâtir, t.1, p. 129.

[57] Tanbîhatul Jawâtir, t.1, p.132.

[58] Tanbîhatul Jawâtir, t.1, p.146.

[59] Tanbîhatul Jawâtir, t.1, p.272.

[60] Amâlî As Sadûq, p.187; Ma‘ânîul Ajbâr, p.231.

[61] Kamâlid Dîn, p.224.

[62] Tafsîr Qumî, t.1, p.103.

[63] Bihâr, t.14, p.238.

[64] Tafsîr ‘Aîâshî, t.1, p.175.

[65] Mayma‘ul Baîân, vol. 2, t.3, p.95.

[66] Mayma‘ul Baîân, vol. 2, t.3, p.94; Bihâr, t.14, p.343.

[67] Ihtiyây, p.325.

[68] Tafsîr Qumî, t.1, p.158.