La memorización del Sagrado Corán al igual que su recitación tiene valiosos efectos. Algunos de los efectos de la memorización de sus aleyas son:
Al igual que vimos con anterioridad, en el valor de la memorización del Corán, los memorizadores tienen un elevado lugar en el Paraíso y la recompensa de ellos será doble.
La recitación y familiarización con el Corán es una de las constantes recomendaciones de los Inmaculados (P) y la memorización del Corán en forma natural provoca inclinación hacia las aleyas divinas, ya que el memorizador para reafirmar lo memorizado deberá recitarlo por lo menos varias veces al día.
Los Inmaculados (P) invitaban a los memorizadores del Corán a repetir las aleyas divinas, y dijeron que las aleyas se van, al igual que un camello amarrado en un sitio cuando su dueño no lo vigila constantemente. Lo aprendido por el memorizador del Corán también se le olvidara en caso de que constantemente no examine y repita las aleyas.
Por lo tanto, el memorizador inevitablemente se familiariza con el Corán y prepara el terreno de la guía y de su felicidad.
El Imam 'Alî (P) dice: "Nadie se sienta con el Corán a menos que cuando se retira lleva consigo un agregado o una merma: la adición de una guía o la disminución de una perdición".
La influencia del Corán en las almas y el cambio provocado en la personalidad de la persona es también uno de los efectos formativos de la recitación y memorización del Corán.
Mucha gente por medio de la recitación o al escuchar la agradable melodía del Corán ha cambiado el sendero de su vida, dirigiéndose hacia la felicidad y la perfección.
El recordar a Dios provoca un efecto muy especial en el alma de los seres humanos y los corazones se tranquilizan bajo la luminosidad de éste. Dios Todopoderoso dice:
ÈöÐößúÑö Çááøóåö ÊóØúãóÆöäøõ ÇáúÞõáõæÈõ
"En el recuerdo de Dios encuentran descanso los corazones".
Uno de los nombres del Corán es "dhikr" (invocar). La recitación y memorización del Corán es una invocación a Dios que el hombre bajo su luz queda protegido de muchas presiones anímicas e inquietudes internas.
La veracidad de estas palabras han sido probadas en la práctica.
Los recitadores y memorizadores del Corán, en especial aquellos que en las madrugadas se familiarizan con el Corán, han confesado todos ellos que su relación con el Corán, en evitar cualquier intranquilidad y ataque de presiones anímicas, es considerado el mejor y más efectivo factor. Este efecto aparece bajo la luz alentadora del Corán.
El Mensajero del Islam (BP) dice: "El ejemplo del Corán es similar al ejemplo de una bolsa cerrada llena de perfume, en caso de que sea abierta el olor del perfume aromatiza el ambiente, y en caso de que esté cerrada no otorga ninguna ganancia.
El Corán también en caso de que os dediquéis a recitarlo, aromatiza la atmósfera con su perfume y regocija al alma, y en caso de que no lo recitéis quedará guardado en vuestros corazones".
El libro es el mejor compañero del hombre en la soledad y el Corán es considerado el Libro más bello, más profundo y más influyente Libro. El Imam As-Sayyad (P) dice: "Si toda la gente del mundo muriese, mientras que el Corán esté conmigo no temeré a nada".
El efecto más importante de la memorización del Corán es su mejor comprensión. El memorizador al poder dominar todas sus aleyas, comprende perfectamente su relación y bajo su luz obtiene una mejor y más completa comprensión del Corán.
Cada aleya coránica, además de tener un significado externo, posee diferentes significados internos que por medio de un mejor conocimiento se evidencia su relación con las demás aleyas del Corán, y como parte de un todo.
Mientras el amor del hombre se incremente cada vez más con las diferentes aleyas del Corán, podrá interpretarlas mejor y en forma más exacta. Como ejemplo, aquél que desea investigar respecto a la "súplica" en el Corán, en primer lugar deberá recurrir a las obras de "Kashful Aîîat" o "Mu'ayam" (libros que contienen las aleyas coránicas en forma alfabética). Estos libros proporcionan información respecto al material de las plegarias, sus raíces y sus sinónimos, y lo ponen a disposición del investigador, pero nunca pasan a utilizar la ciencia de las aleyas que utilizan las raíces y los sinónimos de las súplicas. En estos casos el tener memorizado el Corán es muy útil, puesto que el memorizador puede recopilar todas las aleyas que tratan con el asunto que investiga y realizar un trabajo más importante que el del "Kashful Aîîat" consecuentemente, lo que es importante en la memorización del Corán es la comprensión y relación entre las aleyas y los suras, no el memorizarlo en sí.
Mientras el memorizador esté más preparado en cuanto a las aleyas y su relación, podrá más fácilmente obtener la opinión del Corán respecto a un asunto.
Entonces, los exegetas memorizadores del Corán, pueden interpretar mejor y más exacto al Corán, y sus interpretaciones serán más completas y exactas que las interpretaciones de los exegetas que no han memorizado el texto de este Libro Sagrado.
Uno de los privilegios del Sagrado Corán es que su recitación y memorización fortalece la memoria. Leemos en las narraciones que la lectura de éste ayuda a incrementar la memoria.
De ahí que la memorización de este Libro Celestial depende de su repetición constante puede decirse que la memorización del Generoso Corán fortalece la memoria.
Al inicio de la misión del Profeta (BP) para proteger al Corán de cualquier tergiversación o extinción, no había otro camino más que la memorización de las aleyas divinas, pero hoy día que la imprenta ha progresado en una forma increíble, ¿por qué hablamos de la memorización de éste? En respuesta a esta pregunta debemos decir: La palabra divina no se memorizaba únicamente para prevenir alguna tergiversación o extinción, para que con el avance de la imprenta se volviese ésta inútil.
Este asunto tiene diferentes motivos que algunos de estos son:
Tal y como se dijo anteriormente, al inicio del Islam las aleyas coránicas se anotaron en forma separada y sobre piel, huesos de omoplato y las costillas de los animales, en la madera de palmeras, piedras blancas, papel y tela. Y existía la posibilidad de que su desaparición o tergiversación en las palabras de Dios. En esta situación, el Profeta del Islam (BP) recomendó a los musulmanes la memorización del Corán e inclusive eligió a un grupo para que se dedicasen a memorizarlo.
Uno de los propósitos de la memorización de las aleyas del Corán, es actuar como dicen éstas.
Cuando el ser humano memoriza las palabras de la revelación, involuntariamente provoca efectos en su alma y lo lleva al camino del obedecimiento de los mandatos de Dios.
La recompensa de muchos de los memorizadores del Corán –que podemos encontrar en algunas narraciones- es porque ellos constantemente repiten las aleyas y las mezclan con su propio ser, y en esta situación es muy escasa la posibilidad de que Dios no los dirija hacia la perfección y felicidad.
El actuar tal y como dicen las aleyas divinas, fue desde antes causa de atención entre los memorizadores y recitadores. Los Sahâbah o compañeros cercanos del Profeta, tales como 'Uzmân, Abî y Abdul.lah Ibn Mas'ûd dijeron: "Cuando aprendíamos diez aleyas del Profeta (BP), hasta que no las hubiésemos memorizado por completo y hubiésemos actuado como dictaban éstas, no aprendíamos otra más".
En la religión del Islam, el memorizar las aleyas del Corán es considerado un importante culto, el cuál es recompensado. La mayoría de las narraciones que se han mencionado respecto al valor e importancia de la memorización del Corán, no poseen una visión de instrumento ni consideran a la memorización únicamente como un medio para prevenir la tergiversación
Según la opinión de los Inmaculados (P) la esencia de la memorización de las aleyas divinas es un culto y adoración que tiene su recompensa.
Imâm As Sâdiq (P) dice: "¡Dios mío!, haz que sea agradable para nosotros la recitación del Corán y memorización de sus aleyas."
Esta súplica muestra que la esencia de la recitación del Corán y la memorización de su contenido es algo querido por éste, y el sexto Imâm le pide a Dios Único que le ayude para memorizar las aleyas coránicas, sin tomar en cuenta el asunto de la tergiversación.
El difunto Tabarsî en su obra Makârim al Ajlâq tiene un capítulo bajo el título de "El culto de la memorización del Corán" que muestra que la "memorización del Corán" es valiosa por naturaleza y es considerada una adoración.
La memorización del Corán tiene muchos efectos en este mundo y la otra vida y es considerado una adoración. Sin duda, estos efectos se llevan a cabo bajo la luz del obedecimiento del Corán y de los preceptos divinos. En muchos de los países islámicos especialmente en aquellos que se encuentran bajo el dominio de la cultura de oriente y occidente, el número de memorizadores del Corán es muy elevado.
El Libro Divino en estos países se ha convertido en un Libro ceremonial. Únicamente dan importancia a la buena recitación transmitida por la radio y televisión, así como a su memorización.
En algunos de estos países existen numerosas escuelas bajo el nombre de "Madrasa de memorización del Corán", mientras que sus valores se derivan del oriente u occidente.
Muhammad 'Abduh registra en su Tafsîr Al Minâr: "Una de las leyes de algunos de los países islámicos es que los memorizadores del Corán están exentos de participar en la guerra o en la guerra santa (yihâd), y de obsequiar sus bienes por Dios.
Leyes como éstas no concuerdan con el método de los memorizadores en el inicio del Islam, ellos participaban en la guerra santa, y obedecían las aleyas divinas, lo siguiente es testigo de la veracidad de estas palabras: