ÇáÞÖÇÁ æ ÇáÔåÇÏÇÊ Juzgar y atestiguar
Juzgar con justicia y equidad
Aleyas que conciernen a este capítulo:
La primera honorable aleya:
) Åöäøó Çááøåó íóÃúãõÑõßõãú Ãóä ÊõÄÏøõæÇú ÇáÃóãóÇäóÇÊö Åöáóì ÃóåúáöåóÇ æóÅöÐóÇ ÍóßóãúÊõã Èóíúäó ÇáäøóÇÓö Ãóä ÊóÍúßõãõæÇú ÈöÇáúÚóÏúáö Åöäøó Çááøåó äöÚöãøóÇ íóÚöÙõßõã Èöåö Åöäøó Çááøåó ßóÇäó ÓóãöíÚðÇ ÈóÕöíÑðÇ ( . (ÇáäÓÇÁ [4] ÇáÂíÉ [58])
58. Al.lah os ordena que restituyáis los depósitos a sus propietarios y que cuando decidáis entre los hombres lo hagáis con justicia. ¡Qué bueno es aquello a que Al.lah os exhorta! Al.lah todo lo oye, todo lo ve. Las Mujeres (4) (An Nisâ')
La segunda honorable aleya:
) ÅöäøóÇ ÃóäÒóáúäóÇ Åöáóíúßó ÇáúßöÊóÇÈó ÈöÇáúÍóÞøö áöÊóÍúßõãó Èóíúäó ÇáäøóÇÓö ÈöãóÇ ÃóÑóÇßó Çááøåõ æóáÇó Êóßõä áøöáúÎóÂÆöäöíäó ÎóÕöíãðÇ ( . (ÇáäÓÇÁ [4] ÇáÂíÉ [105])
105. Te hemos revelado la Escritura con la Verdad para que decidas entre los hombres como Al.lah te dé a entender. ¡No abogues por los traidores! Las Mujeres (4) (An Nisâ')
La tercera honorable aleya:
) ÓóãøóÇÚõæäó áöáúßóÐöÈö ÃóßøóÇáõæäó áöáÓøõÍúÊö ÝóÅöä ÌóÂÄõæßó ÝóÇÍúßõã Èóíúäóåõã Ãóæú ÃóÚúÑöÖú Úóäúåõãú æóÅöä ÊõÚúÑöÖú Úóäúåõãú Ýóáóä íóÖõÑøõæßó ÔóíúÆðÇ æóÅöäú ÍóßóãúÊó ÝóÇÍúßõã Èóíúäóåõãú ÈöÇáúÞöÓúØö Åöäøó Çááøåó íõÍöÈøõ ÇáúãõÞúÓöØöíäó * æóßóíúÝó íõÍóßøöãõæäóßó æóÚöäÏóåõãõ ÇáÊøóæúÑóÇÉõ ÝöíåóÇ Íõßúãõ Çááøåö Ëõãøó íóÊóæóáøóæúäó ãöä ÈóÚúÏö Ðóáößó æóãóÇ ÃõæúáóÜÆößó ÈöÇáúãõÄúãöäöíäó ( . (ÇáãÇÆÏÉ [5] ÇáÂíÉ [42 Ü 43])
42. Dan oído a la mentira y devoran el soborno. Si vienen a ti, decide entre ellos o retírate. Si te retiras, no podrán hacerte ningún daño. Si decides, hazlo con equidad. Al.lah ama a los que observan la equidad. 43. Pero ¿cómo van a hacerte juez teniendo como tienen la Tora, en la que se contiene la decisión de Al.lah? Luego, después de eso, se retiran. Esos tales no son creyentes. La Mesa Servida (5) (Al-Mâ’idah)
La cuarta honorable aleya:
) æóÃóäö ÇÍúßõã Èóíúäóåõã Èöãó ÃóäÒóáó Çááøåõ æóáÇó ÊóÊøóÈöÚú ÃóåúæóÇÁåõãú æóÇÍúÐóÑúåõãú Ãóä íóÝúÊöäõæßó Úóä ÈóÚúÖö ãóÇ ÃóäÒóáó Çááøåõ Åöáóíúßó ÝóÅöä ÊóæóáøóæúÇú ÝóÇÚúáóãú ÃóäøóãóÇ íõÑöíÏõ Çááøåõ Ãóä íõÕöíÈóåõã ÈöÈóÚúÖö ÐõäõæÈöåöãú æóÅöäøó ßóËöíÑðÇ ãøöäó ÇáäøóÇÓö áóÝóÇÓöÞõæäó( . (ÇáãÇÆÏÉ [5] ÇáÂíÉ [49])
49. Debes decidir entre ellos según lo que Al.lah ha revelado. No sigas sus pasiones. ¡Guárdate de ellos, no sea que te seduzcan, desviándote de parte de lo que Al.lah te ha revelado! Y, si se apartan, sabe que Al.lah desea afligirles por algunos de sus pecados. Muchos hombres son, ciertamente, perversos. La Mesa Servida (5) (Al-Mâ’idah)
¿Quién es el juez?
Aleyas que conciernen a este capítulo:
La primera honorable aleya:
) íóÇ ÃóíøõåóÇ ÇáøóÐöíäó ÂãóäõæÇú ÃóØöíÚõæÇú Çááøåó æóÃóØöíÚõæÇú ÇáÑøóÓõæáó æóÃõæúáöí ÇáÃóãúÑö ãöäßõãú ÝóÅöä ÊóäóÇÒóÚúÊõãú Ýöí ÔóíúÁò ÝóÑõÏøõæåõ Åöáóì Çááøåö æóÇáÑøóÓõæáö Åöä ßõäÊõãú ÊõÄúãöäõæäó ÈöÇááøåö æóÇáúíóæúãö ÇáÂÎöÑö Ðóáößó ÎóíúÑñ æóÃóÍúÓóäõ ÊóÃúæöíáÇð( . (ÇáäÓÇÁ [4] ÇáÂíÉ [59])
59. Creyentes! Obedeced a Al.lah, obedeced al Enviado y a aquéllos de vosotros que tengan autoridad. Y, si discutís por algo, referidlo a Al.lah y al Enviado, si es que créis en Al.lah y en el último Día. Es lo mejor y la solución más apropiada. Las Mujeres (4) (An Nisâ')
La segunda honorable aleya:
) ÝóáÇó æóÑóÈøößó áÇó íõÄúãöäõæäó ÍóÊøóìó íõÍóßøöãõæßó ÝöíãóÇ ÔóÌóÑó Èóíúäóåõãú Ëõãøó áÇó íóÌöÏõæÇú Ýöí ÃóäÝõÓöåöãú ÍóÑóÌðÇ ãøöãøóÇ ÞóÖóíúÊó æóíõÓóáøöãõæÇú ÊóÓúáöíãðÇ ( . (ÇáäÓÇÁ [4] ÇáÂíÉ [65])
65. Pero ¡no, por tu Señor! No creerán hasta que te hayan hecho juez de su disputa; entonces, ya no encontrarán en sí mismos dificultad en aceptar tu decisión y se adherirán plenamente. Las Mujeres (4) (An Nisâ')
La tercera honorable aleya:
) Ãóáóãú ÊóÑó Åöáóì ÇáøóÐöíäó íóÒúÚõãõæäó Ãóäøóåõãú ÂãóäõæÇú ÈöãóÇ ÃõäÒöáó Åöáóíúßó æóãóÇ ÃõäÒöáó ãöä ÞóÈúáößó íõÑöíÏõæäó Ãóä íóÊóÍóÇßóãõæÇú Åöáóì ÇáØøóÇÛõæÊö æóÞóÏú ÃõãöÑõæÇú Ãóä íóßúÝõÑõæÇú Èöåö æóíõÑöíÏõ ÇáÔøóíúØóÇäõ Ãóä íõÖöáøóåõãú ÖóáÇóáÇð ÈóÚöíÏðÇ ( . (ÇáäÓÇÁ [4] ÇáÂíÉ [60])
60. ¿No has visto a quienes pretendencreer en lo que se te ha revelado a ti y en lo que se ha revelado antes de ti? Quieren recurrir alarbitraje de los taguts, a pesar de que se les ha ordenado no creer en ellos. El Demonio quiere extraviarles profundamente. Las Mujeres (4) (An Nisâ')
La cuarta honorable aleya:
) ÅöäøóÇ ÃóäÒóáúäóÇ ÇáÊøóæúÑóÇÉó ÝöíåóÇ åõÏðì æóäõæÑñ íóÍúßõãõ ÈöåóÇ ÇáäøóÈöíøõæäó ÇáøóÐöíäó ÃóÓúáóãõæÇú áöáøóÐöíäó åóÇÏõæÇú æóÇáÑøóÈøóÇäöíøõæäó æóÇáÃóÍúÈóÇÑõ ÈöãóÇ ÇÓúÊõÍúÝöÙõæÇú ãöä ßöÊóÇÈö Çááøåö æóßóÇäõæÇú Úóáóíúåö ÔõåóÏóÇÁ ÝóáÇó ÊóÎúÔóæõÇú ÇáäøóÇÓó æóÇÎúÔóæúäö æóáÇó ÊóÔúÊóÑõæÇú ÈöÂíóÇÊöí ËóãóäðÇ ÞóáöíáÇð æóãóä áøóãú íóÍúßõã ÈöãóÇ ÃóäÒóáó Çááøåõ ÝóÃõæúáóÜÆößó åõãõ ÇáúßóÇÝöÑõæäó * æóßóÊóÈúäóÇ Úóáóíúåöãú ÝöíåóÇ Ãóäøó ÇáäøóÝúÓó ÈöÇáäøóÝúÓö æóÇáúÚóíúäó ÈöÇáúÚóíúäö æóÇáÃóäÝó ÈöÇáÃóäÝö æóÇáÃõÐõäó ÈöÇáÃõÐõäö æóÇáÓøöäøó ÈöÇáÓøöäøö æóÇáúÌõÑõæÍó ÞöÕóÇÕñ Ýóãóä ÊóÕóÏøóÞó Èöåö Ýóåõæó ßóÝøóÇÑóÉñ áøóåõ æóãóä áøóãú íóÍúßõã ÈöãóÇ ÃäÒóáó Çááøåõ ÝóÃõæúáóÜÆößó åõãõ ÇáÙøóÇáöãõæäó æóÞóÝøóíúäóÇ Úóáóì ÂËóÇÑöåöã ÈöÚóíÓóì ÇÈúäö ãóÑúíóãó ãõÕóÏøöÞðÇ áøöãóÇ Èóíúäó íóÏóíúåö ãöäó ÇáÊøóæúÑóÇÉö æóÂÊóíúäóÇåõ ÇáÅöäÌöíáó Ýöíåö åõÏðì æóäõæÑñ æóãõÕóÏøöÞðÇ áøöãóÇ Èóíúäó íóÏóíúåö ãöäó ÇáÊøóæúÑóÇÉö æóåõÏðì æóãóæúÚöÙóÉð áøöáúãõÊøóÞöíäó * æóáúíóÍúßõãú Ãóåúáõ ÇáÅöäÌöíáö ÈöãóÇ ÃóäÒóáó Çááøåõ Ýöíåö æóãóä áøóãú íóÍúßõã ÈöãóÇ ÃóäÒóáó Çááøåõ ÝóÃõæúáóÜÆößó åõãõ ÇáúÝóÇÓöÞõæäó * ) . (ÇáãÇÆÏÉ [5] ÇáÂíÉ [44 æ 45 æ 47])
44. Hemos revelado la Tora, que contiene Dirección y Luz. Los profetas que se habían sometido administraban justicia a los judíos según ella, como hacían los maestros y doctores, según lo que de la Escritura de Al.lah se les había confiado y de lo cual eran testigos. ¡No tengáis, pues, miedo a los hombres, sino a Mí! ¡Y no malvendáis Mis signos! Quienes no decidan según lo que Al.lah ha revelado, ésos son los infieles. 45. Les hemos prescrito en ella: «Vida por vida, ojo por ojo, nariz por nariz, oreja por oreja, diente por diente y la ley del talión por las heridas». Y si uno renuncia a ello, le servirá de expiación. Quienes no decidan según lo que Al.lah ha revelado, ésos son los impíos. 46. Hicimos que les sucediera Jesús, hijo de María, en confirmación de lo que ya había de la Tora. Le dimos el Evangelio, que contiene Dirección y Luz, en confirmación de lo que ya había de la Tora y como Dirección y Exhortación para los temerosos de Al.lah. 47. Que la gente del Evangelio decida según lo que Al.lah ha revelado en él. Quienes no decidan según lo que Al.lah ha revelado ésos son los perversos. La Mesa Servida (5) (Al-Mâ’idah)
Las leyes que corresponden para dar un testimonio
Tomar testigo en las transacciones y los préstamos
La primera honorable aleya:
) íóÇ ÃóíøõåóÇ ÇáøóÐöíäó ÂãóäõæÇú ÅöÐóÇ ÊóÏóÇíóäÊõã ÈöÏóíúäò Åöáóì ÃóÌóáò ãøõÓóãøðì ÝóÇßúÊõÈõæåõ æóáúíóßúÊõÈ Èøóíúäóßõãú ßóÇÊöÈñ ÈöÇáúÚóÏúáö æóáÇó íóÃúÈó ßóÇÊöÈñ Ãóäú íóßúÊõÈó ßóãóÇ Úóáøóãóåõ Çááøåõ ÝóáúíóßúÊõÈú æóáúíõãúáöáö ÇáøóÐöí Úóáóíúåö ÇáúÍóÞøõ æóáúíóÊøóÞö Çááøåó ÑóÈøóåõ æóáÇó íóÈúÎóÓú ãöäúåõ ÔóíúÆðÇ ÝóÅä ßóÇäó ÇáøóÐöí Úóáóíúåö ÇáúÍóÞøõ ÓóÝöíåðÇ Ãóæú ÖóÚöíÝðÇ Ãóæú áÇó íóÓúÊóØöíÚõ Ãóä íõãöáøó åõæó Ýóáúíõãúáöáú æóáöíøõåõ ÈöÇáúÚóÏúáö æóÇÓúÊóÔúåöÏõæÇú ÔóåöíÏóíúäö ãä ÑøöÌóÇáößõãú ÝóÅöä áøóãú íóßõæäóÇ ÑóÌõáóíúäö ÝóÑóÌõáñ æóÇãúÑóÃóÊóÇäö ãöãøóä ÊóÑúÖóæúäó ãöäó ÇáÔøõåóÏóÇÁ Ãóä ÊóÖöáøó ÅúÍúÏóÇåõãóÇ ÝóÊõÐóßøöÑó ÅöÍúÏóÇåõãóÇ ÇáÃõÎúÑóì æóáÇó íóÃúÈó ÇáÔøõåóÏóÇÁ ÅöÐóÇ ãóÇ ÏõÚõæÇú æóáÇó ÊóÓúÃóãõæúÇú Ãóä ÊóßúÊõÈõæúåõ ÕóÛöíÑðÇ Ãóæ ßóÈöíÑðÇ Åöáóì ÃóÌóáöåö Ðóáößõãú ÃóÞúÓóØõ ÚöäÏó Çááøåö æóÃóÞúæãõ áöáÔøóåóÇÏóÉö æóÃóÏúäóì ÃóáÇøó ÊóÑúÊóÇÈõæÇú ÅöáÇøó Ãóä Êóßõæäó ÊöÌóÇÑóÉð ÍóÇÖöÑóÉð ÊõÏöíÑõæäóåóÇ Èóíúäóßõãú ÝóáóíúÓó Úóáóíúßõãú ÌõäóÇÍñ ÃóáÇøó ÊóßúÊõÈõæåóÇ æóÃóÔúåöÏõæúÇú ÅöÐóÇ ÊóÈóÇíóÚúÊõãú æóáÇó íõÖóÂÑøó ßóÇÊöÈñ æóáÇó ÔóåöíÏñ æóÅöä ÊóÝúÚóáõæÇú ÝóÅöäøóåõ ÝõÓõæÞñ Èößõãú æóÇÊøóÞõæÇú Çááøåó æóíõÚóáøöãõßõãõ Çááøåõ æóÇááøåõ Èößõáøö ÔóíúÁò Úóáöíã ñ * æóÅöä ßõäÊõã Úóáóì ÓóÝóÑò æóáóã ÊóÌöÏõæÇú ßóÇÊöÈðÇ ÝóÑöåóÇäñ ãøóÞúÈõæÖóÉñ ÝóÅöäú Ãóãöäó ÈóÚúÖõßõã ÈóÚúÖðÇ ÝóáúíõÄóÏøö ÇáøóÐöí ÇÄúÊõãöäó ÃóãóÇäóÊóåõ æóáúíóÊøóÞö Çááøåó ÑóÈøóåõ æóáÇó ÊóßúÊõãõæÇú ÇáÔøóåóÇÏóÉó æóãóä íóßúÊõãúåóÇ ÝóÅöäøóåõ ÂËöãñ ÞóáúÈõåõ æóÇááøåõ ÈöãóÇ ÊóÚúãóáõæäó Úóáöíãñ ( . (ÇáÈÞÑÉ [2] ÇáÂíÉ [282 æ 283])
282. ¡Creyentes!. Si contraéis una deuda por un plazo determinado, ponedlo por escrito. Que un escribano tome fiel nota en vuestra presencia, sin rehusarse a escribir como Al.lah le dé a entender. Que escriba. Que el deudor dicte en el temor de Al.lah, su Señor, y que no deduzca nada. Y si el deudor fuera necio, débil o incapaz de dictar, que dicte su procurador con fidelidad. Llamad, para que sirvan de testigos, a dos de vuestros hombres; s no los hay, elegid a un hombre y a dos mujeres de entre quienes os plazcan como testigos, de tal modo que si una yerra, la otra subsane su error. Que los testigos no se sustraigan cuando se les llame. Que no os repugne suscribir una deuda, sea pequeña o grande, precisando su vencimiento. Esto es más equitativo ante Al.lah, es más correcto para el testimonio y da menos lugar a dudas. A menos que se trate de una operación concluida entre vosotros sin intermediarios; entonces, no hay inconveniente en que no lo pongáis por escrito. Pero ¡tomad testigos cuando os vendáis algo! ¡Y que no se moleste al escribano ni al testigo! Si lo hacéis, cometeréis una iniquidad. ¡Temed a Al.lah! Al.lah os instruye. Al.lah es omnisciente. 283. Y si estáis de viaje y no encontráis escribano, que se deposite una fianza. Si uno confía un depósito a otro, debe el depositario restituir el depósito en el temor de Al.lah, su Señor. Y no rehuséis deponer como testigos. Quien rehúsa tiene un corazón pecador. Al.lah sabe bien lo que hacéis. La Vaca (2) (Al-Baqarah)
Tomar testigos en el momento del divorcio
La segunda honorable aleya:
) ÝóÅöÐóÇ ÈóáóÛúäó ÃóÌóáóåõäøó ÝóÃóãúÓößõæåõäøó ÈöãóÚúÑõæÝò Ãóæú ÝóÇÑöÞõæåõäøó ÈöãóÚúÑõæÝò æóÃóÔúåöÏõæÇ Ðóæóíú ÚóÏúáò ãøöäßõãú æóÃóÞöíãõæÇ ÇáÔøóåóÇÏóÉó áöáøóåö Ðóáößõãú íõæÚóÙõ Èöåö ãóä ßóÇäó íõÄúãöäõ ÈöÇááøóåö æóÇáúíóæúãö ÇáúÂÎöÑö æóãóä íóÊøóÞö Çááøóåó íóÌúÚóá áøóåõ ãóÎúÑóÌðÇ ( . (ÇáØáÇÞ [65] ÇáÂíÉ [2]) 2. Cuando lleguen a su término, retenedlas decorosamente o separaos de ellas decorosamente. Y requerid el testimonio de dos personas justas de los vuestros y atestiguad ante Al.lah. A esto se exhorta a quien cree en Al.lah y en el último Día. A quien teme a Al.lah, Él le da una salida El Divorcio (65) (At-Talâq)
Dar testimonio para implantar la justicia
La tercera honorable aleya:
) íóÇ ÃóíøõåóÇ ÇáøóÐöíäó ÂãóäõæÇú ßõæäõæÇú ÞóæøóÇãöíäó ÈöÇáúÞöÓúØö ÔõåóÏóÇÁ áöáøåö æóáóæú Úóáóì ÃóäÝõÓößõãú Ãóæö ÇáúæóÇáöÏóíúäö æóÇáÃóÞúÑóÈöíäó Åöä íóßõäú ÛóäöíøðÇ Ãóæú ÝóÞóíÑðÇ ÝóÇááøåõ Ãóæúáóì ÈöåöãóÇ ÝóáÇó ÊóÊøóÈöÚõæÇú Çáúåóæóì Ãóä ÊóÚúÏöáõæÇú æóÅöä ÊóáúæõæÇú Ãóæú ÊõÚúÑöÖõæÇú ÝóÅöäøó Çááøåó ßóÇäó ÈöãóÇ ÊóÚúãóáõæäó ÎóÈöíÑðÇ ( . (ÇáäÓÇÁ [4] ÇáÂíÉ [135])
135. ¡Creyentes! Sed íntegros en la equidad, cuando depongáis como testigos de Al.lah, aun en contra vuestra, o de vuestros padres o parientes más cercanos. Lo mismo si es rico que si es pobre, Al.lah está más cerca de él. No sigáis la pasión faltando a la justicia. Si levantáis falso testimonio u os zafáis,... Al.lah está bien informado de lo que hacéis. Las Mujeres (4) (An Nisâ’)
La cuarta honorable aleya:
) íóÇ ÃóíøõåóÇ ÇáøóÐöíäó ÂãóäõæÇú ßõæäõæÇú ÞóæøóÇãöíäó áöáøåö ÔõåóÏóÇÁ ÈöÇáúÞöÓúØö æóáÇó íóÌúÑöãóäøóßõãú ÔóäóÂäõ Þóæúãò Úóáóì ÃóáÇøó ÊóÚúÏöáõæÇú ÇÚúÏöáõæÇú åõæó ÃóÞúÑóÈõ áöáÊøóÞúæóì æóÇÊøóÞõæÇú Çááøåó Åöäøó Çááøåó ÎóÈöíÑñ ÈöãóÇ ÊóÚúãóáõæäó ( . (ÇáãÇÆÏÉ [5] ÇáÂíÉ [8])
8. ¡Creyentes! ¡Sed íntegros ante Al.lah cuando depongáis con equidad! ¡Que el odio a una gente no os incite a obrar injustamente! ¡Sed justos! Esto es lo más próximo al temor de Al.lah. ¡Y temed a Al.lah! Al.lah está bien informado de lo que hacéis. La Mesa Servida (5) (Al-Mâ’idah)
La importancia de dar testimonio
La quinta honorable aleya:
) æóÇáøóÐöíäó åõã ÈöÔóåóÇÏóÇÊöåöãú ÞóÇÆöãõæäó ( . (ÇáãÚÇÑÌ [70] ÇáÂíÉ [33])
33. que dicen la verdad en sus testimonios, Las Gradas (70) (Al Mu‘âriy)
Tomar testigos al entregar una hacienda
La sexta honorable aleya:
) æóÇÈúÊóáõæÇú ÇáúíóÊóÇãóì ÍóÊøóìó ÅöÐóÇ ÈóáóÛõæÇú ÇáäøößóÇÍó ÝóÅöäú ÂäóÓúÊõã ãøöäúåõãú ÑõÔúÏðÇ ÝóÇÏúÝóÚõæÇú Åöáóíúåöãú ÃóãúæóÇáóåõãú æóáÇó ÊóÃúßõáõæåóÇ ÅöÓúÑóÇÝðÇ æóÈöÏóÇÑðÇ Ãóä íóßúÈóÑõæÇú æóãóä ßóÇäó ÛóäöíøðÇ ÝóáúíóÓúÊóÚúÝöÝú æóãóä ßóÇäó ÝóÞöíÑðÇ ÝóáúíóÃúßõáú ÈöÇáúãóÚúÑõæÝö ÝóÅöÐóÇ ÏóÝóÚúÊõãú Åöáóíúåöãú ÃóãúæóÇáóåõãú ÝóÃóÔúåöÏõæÇú Úóáóíúåöãú æóßóÝóì ÈöÇááøåö ÍóÓöíÈðÇ ( . (ÇáäÓÇÁ [4] ÇáÂíÉ [6])
6. Tantead a los huérfanos hasta que alcancen la nubilidad, Cuando los creáis ya maduros, pasadles su hacienda. No la consumáis pródiga y prematuramente antes de que alcancen la mayoría de edad. El rico, que no se aproveche. El pobre, que gaste como es debido. Cuando les entreguéis su hacienda, requerid la presencia de testigos. Al.lah basta para ajustar cuentas... Las Mujeres (4) (An Nisâ’)
Tomar testigos al testamentar
La séptima honorable aleya:
) íöÇ ÃóíøõåóÇ ÇáøóÐöíäó ÂãóäõæÇú ÔóåóÇÏóÉõ Èóíúäößõãú ÅöÐóÇ ÍóÖóÑó ÃóÍóÏóßõãõ ÇáúãóæúÊõ Íöíäó ÇáúæóÕöíøóÉö ÇËúäóÇäö ÐóæóÇ ÚóÏúáò ãøöäßõãú Ãóæú ÂÎóÑóÇäö ãöäú ÛóíúÑößõãú Åöäú ÃóäÊõãú ÖóÑóÈúÊõãú Ýöí ÇáÃóÑúÖö ÝóÃóÕóÇÈóÊúßõã ãøõÕöíÈóÉõ ÇáúãóæúÊö ÊóÍúÈöÓõæäóåõãóÇ ãöä ÈóÚúÏö ÇáÕøóáÇóÉö ÝóíõÞúÓöãóÇäö ÈöÇááøåö Åöäö ÇÑúÊóÈúÊõãú áÇó äóÔúÊóÑöí Èöåö ËóãóäðÇ æóáóæú ßóÇäó ÐóÇ ÞõÑúÈóì æóáÇó äóßúÊõãõ ÔóåóÇÏóÉó Çááøåö ÅöäøóÇ ÅöÐðÇ áøóãöäó ÇáÂËöãöíäó * ÝóÅöäú ÚõËöÑó Úóáóì ÃóäøóåõãóÇ ÇÓúÊóÍóÞøóÇ ÅöËúãðÇ ÝóÂÎóÑóÇäö íöÞõæãóÇäõ ãóÞóÇãóåõãóÇ ãöäó ÇáøóÐöíäó ÇÓúÊóÍóÞøó Úóáóíúåöãõ ÇáÃóæúáóíóÇäö ÝóíõÞúÓöãóÇäö ÈöÇááøåö áóÔóåóÇÏóÊõäóÇ ÃóÍóÞøõ ãöä ÔóåóÇÏóÊöåöãóÇ æóãóÇ ÇÚúÊóÏóíúäóÇ ÅöäøóÇ ÅöÐðÇ áøóãöäó ÇáÙøóÇáöãöíäó ( . (ÇáãÇÆÏÉ [5] ÇáÂíÉ [106 æ 107])
106. ¡Creyentes! Cuando, a punto de morir, hagáis testamento, llamad como testigos a dos personas justas de los vuestros o bien a dos de fuera si estáis de viaje y os sobreviene la muerte. Retenedlas después de el azalá. Si dudáis de ellas, que juren por Al.lah: «¡No nos venderemos, aunque se trate de un pariente, ni ocultaremos el testimonio de Al.lah! Si no, seríamos de los pecadores». 107. Si se descubre que son reos de pecado, otros dos, los más próximos, les sustituirán, elegidos entre los perjudicados por el perjurio y jurarán por Al.lah: «Nuestro testimonio es más auténtico que el de los otros dos. Y no hemos violado la ley. Si no, seríamos de los impíos». La Mesa Servida (5) (Al-Mâ'idah)
La prohibición del soborno
La honorable aleya:
) æóáÇó ÊóÃúßõáõæÇú ÃóãúæóÇáóßõã Èóíúäóßõã ÈöÇáúÈóÇØöáö æóÊõÏúáõæÇú ÈöåóÇ Åöáóì ÇáúÍõßøóÇãö áöÊóÃúßõáõæÇú ÝóÑöíÞðÇ ãøöäú ÃóãúæóÇáö ÇáäøóÇÓö ÈöÇáÅöËúãö æóÃóäÊõãú ÊóÚúáóãõæäó( . (ÇáÈÞÑÉ [2] ÇáÂíÉ [188])
188. No os devoréis la hacienda injustamente unos a otros. No sobornéis con ella a los jueces para devorar una parte de la hacienda ajena injusta y deliberadamente. La Vaca (2) (Al-Baqarah)
La invitación para hacer las paces
La primera honorable aleya:
) æóÅöä ØóÇÆöÝóÊóÇäö ãöäó ÇáúãõÄúãöäöíäó ÇÞúÊóÊóáõæÇ ÝóÃóÕúáöÍõæÇ ÈóíúäóåõãóÇ ÝóÅöä ÈóÛóÊú ÅöÍúÏóÇåõãóÇ Úóáóì ÇáúÃõÎúÑóì ÝóÞóÇÊöáõæÇ ÇáøóÊöí ÊóÈúÛöí ÍóÊøóì ÊóÝöíÁó Åöáóì ÃóãúÑö Çááøóåö ÝóÅöä ÝóÇÁÊú ÝóÃóÕúáöÍõæÇ ÈóíúäóåõãóÇ ÈöÇáúÚóÏúáö æóÃóÞúÓöØõæÇ Åöäøó Çááøóåó íõÍöÈøõ ÇáúãõÞúÓöØöíäó * ÅöäøóãóÇ ÇáúãõÄúãöäõæäó ÅöÎúæóÉñ ÝóÃóÕúáöÍõæÇ Èóíúäó ÃóÎóæóíúßõãú æóÇÊøóÞõæÇ Çááøóåó áóÚóáøóßõãú ÊõÑúÍóãõæäó ( . (ÇáÍÌÑÇÊ [49] ÇáÂíÉ [9 æ 10])
9. Si dos grupos de creyentes combaten unos contra otros, ¡reconciliadles! Y, si uno de ellos oprime al otro, ¡combatid contra el opresor hasta reducirle a la obediencia de Al.lah! Y, cuando sea reducido, ¡reconciliadles de acuerdo con la justicia y sed equitativos! Al.lah ama a los que observan la equidad. 10. Los creyentes son, en verdad, hermanos. ¡Reconciliad, pues, a vuestos hermanos y temed a Al.lah! Quizás, así, se os tenga piedad. Las Habitaciones Privadas (49) (Al Huyurât)
La segunda honorable aleya:
) íóÓúÃóáõæäóßó Úóäö ÇáÃóäÝóÇáö Þõáö ÇáÃóäÝóÇáõ áöáøåö æóÇáÑøóÓõæáö ÝóÇÊøóÞõæÇú Çááøåó æóÃóÕúáöÍõæÇú ÐóÇÊó Èöíúäößõãú æóÃóØöíÚõæÇú Çááøåó æóÑóÓõæáóåõ Åöä ßõäÊõã ãøõÄúãöäöíäó ( . (ÇáÃäÝÇá [8] ÇáÂíÉ [1])
8. Te preguntan por el botín. Di: «El botín pertenece a Al.lah y al Enviado». ¡Temed, pues, a Al.lah! ¡Manteneos en paz! ¡Obedeced a Al.lah y a Su Enviado si sois creyentes! El Botín (8) (Al Anfâl)
La tercera honorable aleya:
) æóÅöäú ÎöÝúÊõãú ÔöÞóÇÞó ÈóíúäöåöãóÇ ÝóÇÈúÚóËõæÇú ÍóßóãðÇ ãøöäú Ãóåúáöåö æóÍóßóãðÇ ãøöäú ÃóåúáöåóÇ Åöä íõÑöíÏóÇ ÅöÕúáÇóÍðÇ íõæóÝøöÞö Çááøåõ ÈóíúäóåõãóÇ Åöäøó Çááøåó ßóÇäó ÚóáöíãðÇ ÎóÈöíÑðÇ ( . (ÇáäÓÇÁ [4] ÇáÂíÉ [35])
35. Si teméis una ruptura entre los esposos, nombrad un árbitro de la familia de él y otro de la de ella. Si desean reconciliarse, Al.lah hará que lleguen a un acuerdo. Al.lah es omnisciente, está bien informado. Las Mujeres (4) (An Nisâ’)
La cuarta honorable aleya:
) áÇøó ÎóíúÑó Ýöí ßóËöíÑò ãøöä äøóÌúæóÇåõãú ÅöáÇøó ãóäú ÃóãóÑó ÈöÕóÏóÞóÉò Ãóæú ãóÚúÑõæÝò Ãóæú ÅöÕúáÇóÍò Èóíúäó ÇáäøóÇÓö æóãóä íóÝúÚóáú Ðóáößó ÇÈúÊóÛóÇÁ ãóÑúÖóÇÊö Çááøåö ÝóÓóæúÝó äõÄúÊöíåö ÃóÌúÑðÇ ÚóÙöíãðÇ ( . (ÇáäÓÇÁ [4] ÇáÂíÉ [114])
114. En muchos de sus conciliábulos no hay bien, salvo cuando uno ordena la limosna, lo reconocido como bueno o la , reconciliación entre los hombres. A quien haga esto por deseo de agradar a Al.lah, le daremos una magnífica recompensa. Las Mujeres (4) (An Nisâ’)
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