ÇáÍÏæÏ La Pena determinada del Castigo
La prohibición de la muerte de alguien que su sangre es prohibida
Aleyas que conciernen a este capítulo:
La primera honorable aleya:
) æóáÇó ÊóÞúÊõáõæÇú ÇáäøóÝúÓó ÇáøóÊöí ÍóÑøóãó Çááøåõ ÅöáÇøó ÈöÇáÍóÞøö æóãóä ÞõÊöáó ãóÙúáõæãðÇ ÝóÞóÏú ÌóÚóáúäóÇ áöæóáöíøöåö ÓõáúØóÇäðÇ ÝóáÇó íõÓúÑöÝ Ýøöí ÇáúÞóÊúáö Åöäøóåõ ßóÇäó ãóäúÕõæÑðÇ ( . (ÇáÇÓÑÇÁ [17] ÇáÂíÉ [33])
33. No matéis a nadie que Dios haya prohibido, sino con justo motivo. Si se mata a alguien sin razón, damos autoridad a su pariente próximo, pero que éste no se exceda en la venganza. Se le auxiliará. El Viaje Nocturno (17) (Al Isrâ')
La pena por matar a un creyente por equivocación
La segunda honorable aleya:
) æóãóÇ ßóÇäó áöãõÄúãöäò Ãóä íóÞúÊõáó ãõÄúãöäðÇ ÅöáÇøó ÎóØóÆðÇ æóãóä ÞóÊóáó ãõÄúãöäðÇ ÎóØóÆðÇ ÝóÊóÍúÑöíÑõ ÑóÞóÈóÉò ãøõÄúãöäóÉò æóÏöíóÉñ ãøõÓóáøóãóÉñ Åöáóì Ãóåúáöåö ÅöáÇøó Ãóä íóÕøóÏøóÞõæÇú ÝóÅöä ßóÇäó ãöä Þóæúãò ÚóÏõæøò áøóßõãú æóåõæó ãúÄúãöäñ ÝóÊóÍúÑöíÑõ ÑóÞóÈóÉò ãøõÄúãöäóÉò æóÅöä ßóÇäó ãöä Þóæúãò Èóíúäóßõãú æóÈóíúäóåõãú ãøöíËóÇÞñ ÝóÏöíóÉñ ãøõÓóáøóãóÉñ Åöáóì Ãóåúáöåö æóÊóÍúÑöíÑõ ÑóÞóÈóÉò ãøõÄúãöäóÉð Ýóãóä áøóãú íóÌöÏú ÝóÕöíóÇãõ ÔóåúÑóíúäö ãõÊóÊóÇÈöÚóíúäö ÊóæúÈóÉð ãøöäó Çááøåö æóßóÇäó Çááøåõ ÚóáöíãðÇ ÍóßöíãðÇ( . (ÇáäÓÇÁ [4] ÇáÂíÉ [92])
92. Un creyente no puede matar a otro creyente, a menos que sea por error. Y quien mate a un creyente por error deberá manumitir a un esclavo creyente y pagar el precio de sangre a la familia de la víctima, a menos que ella renuncie al mismo como limosna. Y si la víctima era creyente y pertenecía a gente enemiga vuestra, deberá manumitir a un esclavo creyente. Pero, si pertenecía a gente con la que os une un pacto, el precio de sangre debe pagarse a la familia de la víctima, aparte de la manumisión de un esclavo creyente. Y quien no disponga de medios, ayunará dos meses consecutivos, como expiación impuesta por Al.lah. Al.lah es omniscente, sabio. Las Mujeres (4) (An Nisâ’)
La pena determinada para aquellos que hacen la guerra a Dios y a Su Enviado
La tercera honorable aleya:
) ÅöäøóãóÇ ÌóÒóÇÁ ÇáøóÐöíäó íõÍóÇÑöÈõæäó Çááøåó æóÑóÓõæáóåõ æóíóÓúÚóæúäó Ýöí ÇáÃóÑúÖö ÝóÓóÇÏðÇ Ãóä íõÞóÊøóáõæÇú Ãóæú íõÕóáøóÈõæÇú Ãóæú ÊõÞóØøóÚó ÃóíúÏöíåöãú æóÃóÑúÌõáõåõã ãøöäú ÎöáÇÝò Ãóæú íõäÝóæúÇú ãöäó ÇáÃóÑúÖö Ðóáößó áóåõãú ÎöÒúíñ Ýöí ÇáÏøõäúíóÇ æóáóåõãú Ýöí ÇáÂÎöÑóÉö ÚóÐóÇÈñ ÚóÙöíãñ * ÅöáÇøó ÇáøóÐöíäó ÊóÇÈõæÇú ãöä ÞóÈúáö Ãóä ÊóÞúÏöÑõæÇú Úóáóíúåöãú ÝóÇÚúáóãõæÇú Ãóäøó Çááøåó ÛóÝõæÑñ ÑøóÍöíãñ( . (ÇáãÇÆÏÉ [5] ÇáÂíÉ [33 æ 34])
33. Retribución de quienes hacen la guerra a Al.lah y a Su Enviado y se dan a corromper en la tierra: serán muertos sin piedad, o crucificados, o amputados de manos y pies opuestos, o desterrados del país. Sufrirán ignominia en la vida de acá y terrible castigo en la otra. 34. Quedan exceptuados quienes se arrepientan antes de caer en vuestras manos. Sabed, en efecto, que Al.lah es indulgente, misericordioso. La Mesa Servida (5) (Al-Mâ’idah)
La pena determinada por robar
La cuarta honorable aleya:
) æóÇáÓøóÇÑöÞõ æóÇáÓøóÇÑöÞóÉõ ÝóÇÞúØóÚõæÇú ÃóíúÏöíóåõãóÇ ÌóÒóÇÁ ÈöãóÇ ßóÓóÈóÇ äóßóÇáÇð ãøöäó Çááøåö æóÇááøåõ ÚóÒöíÒñ Íóßöíãñ * Ýóãóä ÊóÇÈó ãöä ÈóÚúÏö Ùõáúãöåö æóÃóÕúáóÍó ÝóÅöäøó Çááøåó íóÊõæÈõ Úóáóíúåö Åöäøó Çááøåó ÛóÝõæÑñ ÑøóÍöíãñ( . (ÇáãÇÆÏÉ [5] ÇáÂíÉ [38 æ 39])
38. Al ladrón y a la ladrona, cortadles las manos como retribución de lo que han cometido, como castigo ejemplar de Al.lah. Al.lah es poderoso, sabio. 39. Si uno se arrepiente, después de haber obrado impíamente y se enmienda, Al.lah se volverá a él. Al.lah es indulgente, misericordioso. La Mesa Servida (5) (Al-Mâ’idah)
La pena determinada por fornicar
La quinta honorable aleya:
) ÇáÒøóÇäöíóÉõ æóÇáÒøóÇäöí ÝóÇÌúáöÏõæÇ ßõáøó æóÇÍöÏò ãøöäúåõãóÇ ãöÆóÉó ÌóáúÏóÉò æóáóÇ ÊóÃúÎõÐúßõã ÈöåöãóÇ ÑóÃúÝóÉñ Ýöí Ïöíäö Çááøóåö Åöä ßõäÊõãú ÊõÄúãöäõæäó ÈöÇááøóåö æóÇáúíóæúãö ÇáúÂÎöÑö æóáúíóÔúåóÏú ÚóÐóÇÈóåõãóÇ ØóÇÆöÝóÉñ ãøöäó ÇáúãõÄúãöäöíäó ( . (ÇáäæÑ [24] ÇáÂíÉ [2])
2. Flagelad a la fornicadora y al fornicador con cien azotes cada uno. Por respeto a la ley de Al.lah, no uséis de mansedumbre con ellos, si es que créeis en Al.lah y en el último Día. Y que un grupo de creyentes sea testigo de su castigo. La Luz (24) (An-Nûr)
La pena determinada por cometer deshonestidad
La sexta honorable aleya:
) æóÇááÇøóÊöí íóÃúÊöíäó ÇáúÝóÇÍöÔóÉó ãöä äøöÓóÂÆößõãú ÝóÇÓúÊóÔúåöÏõæÇú Úóáóíúåöäøó ÃóÑúÈóÚÉð ãøöäßõãú ÝóÅöä ÔóåöÏõæÇú ÝóÃóãúÓößõæåõäøó Ýöí ÇáúÈõíõæÊö ÍóÊøóìó íóÊóæóÝøóÇåõäøó ÇáúãóæúÊõ Ãóæú íóÌúÚóáó Çááøåõ áóåõäøó ÓóÈöíáÇð ( . (ÇáäÓÇÁ [4] ÇáÂíÉ [15])
15. Llamad a cuatro testigos de vosotros contra aquéllas de vuestras mujeres que cometan deshonestidad. Si atestiguan, recluidlas en casa hasta que mueran o hasta que Al.lah les procure una salida. Las Mujeres (4) (An Nisâ')
La pena determinada por realizar sodomía
La séptima honorable aleya:
) æóÇááøóÐóÇäó íóÃúÊöíóÇäöåóÇ ãöäßõãú ÝóÂÐõæåõãóÇ ÝóÅöä ÊóÇÈóÇ æóÃóÕúáóÍóÇ ÝóÃóÚúÑöÖõæÇú ÚóäúåõãóÇ Åöäøó Çááøåó ßóÇäó ÊóæøóÇÈðÇ ÑøóÍöíãðÇ( . (ÇáäÓÇÁ [4] ÇáÂíÉ [16])
16. Si dos de los vuestros la cometen, castigad a ambos severamente. Pero, si se arrepienten y enmiendan, dejadles en paz. Al.lah es indulgente, misericordioso. Las Mujeres (4) (An Nisâ')
La pena determinada por difamar
La octava honorable aleya:
) æóÇáøóÐöíäó íóÑúãõæäó ÇáúãõÍúÕóäóÇÊö Ëõãøó áóãú íóÃúÊõæÇ ÈöÃóÑúÈóÚóÉö ÔõåóÏóÇÁ ÝóÇÌúáöÏõæåõãú ËóãóÇäöíäó ÌóáúÏóÉð æóáóÇ ÊóÞúÈóáõæÇ áóåõãú ÔóåóÇÏóÉð ÃóÈóÏðÇ æóÃõæúáóÆößó åõãõ ÇáúÝóÇÓöÞõæäó ( . (ÇáäæÑ [24] ÇáÂíÉ [4])
4. A quienes difamen a las mujeres honestas sin poder presentar cuatro testigos, flageladles con ochenta azotes y nunca más aceptéis su testimonio. Ésos son los perversos. La Luz (24) (An-Nûr)
La novena honorable aleya:
) æóÇáøóÐöíäó íóÑúãõæäó ÃóÒúæóÇÌóåõãú æóáóãú íóßõä áøóåõãú ÔõåóÏóÇÁ ÅöáøóÇ ÃóäÝõÓõåõãú ÝóÔóåóÇÏóÉõ ÃóÍóÏöåöãú ÃóÑúÈóÚõ ÔóåóÇÏóÇÊò ÈöÇááøóåö Åöäøóåõ áóãöäó ÇáÕøóÇÏöÞöíäó* æóÇáúÎóÇãöÓóÉõ Ãóäøó áóÚúäóÊó Çááøóåö Úóáóíúåö Åöä ßóÇäó ãöäó ÇáúßóÇÐöÈöíäó æóíóÏúÑóÃõ * ÚóäúåóÇ ÇáúÚóÐóÇÈó Ãóäú ÊóÔúåóÏó ÃóÑúÈóÚó ÔóåóÇÏóÇÊò ÈöÇááøóåö Åöäøóåõ áóãöäó ÇáúßóÇÐöÈöíäó* æóÇáúÎóÇãöÓóÉó Ãóäøó ÛóÖóÈó Çááøóåö ÚóáóíúåóÇ Åöä ßóÇäó ãöäó ÇáÕøóÇÏöÞöíäó( . (ÇáäæÑ [24] ÇáÂíÉ [6 Çáی 9])
6. Quienes difamen a sus propias esposas sin poder presentar a más testigos que a sí mismos, deberán testificar jurando por Al.lah cuatro veces que dicen la verdad, 7. e imprecando una quinta la maldición de Al.lah sobre sí si mintieran. 8. Pero se verá libre del castigo la mujer que atestigüe jurando por Al.lah cuatro veces que él miente, 9. e imprecando una quinta la ira de Al.lah sobre sí si él dijera la verdad. La Luz (24) (An-Nûr)
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