ÇáÕæã El Ayuno
La primera, segunda y tercer honorable aleya:
) íóÇ ÃóíøõåóÇ ÇáøóÐöíäó ÂãóäõæÇú ßõÊöÈó Úóáóíúßõãõ ÇáÕøöíóÇãõ ßóãóÇ ßõÊöÈó Úóáóì ÇáøóÐöíäó ãöä ÞóÈúáößõãú áóÚóáøóßõãú ÊóÊøóÞõæäó * ÃóíøóÇãðÇ ãøóÚúÏõæÏóÇÊò Ýóãóä ßóÇäó ãöäßõã ãøóÑöíÖðÇ Ãóæú Úóáóì ÓóÝóÑò ÝóÚöÏøóÉñ ãøöäú ÃóíøóÇãò ÃõÎóÑó æóÚóáóì ÇáøóÐöíäó íõØöíÞõæäóåõ ÝöÏúíóÉñ ØóÚóÇãõ ãöÓúßöíäò Ýóãóä ÊóØóæøóÚó ÎóíúÑðÇ Ýóåõæó ÎóíúÑñ áøóåõ æóÃóä ÊóÕõæãõæÇú ÎóíúÑñ áøóßõãú Åöä ßõäÊõãú ÊóÚúáóãõæäó * ÔóåúÑõ ÑóãóÖóÇäó ÇáøóÐöíó ÃõäÒöáó Ýöíåö ÇáúÞõÑúÂäõ åõÏðì áøöáäøóÇÓö æóÈóíøöäóÇÊò ãøöäó ÇáúåõÏóì æóÇáúÝõÑúÞóÇäö Ýóãóä ÔóåöÏó ãöäßõãõ ÇáÔøóåúÑó ÝóáúíóÕõãúåõ æóãóä ßóÇäó ãóÑöíÖðÇ Ãóæú Úóáóì ÓóÝóÑò ÝóÚöÏøóÉñ ãøöäú ÃóíøóÇãò ÃõÎóÑó íõÑöíÏõ Çááøåõ Èößõãõ ÇáúíõÓúÑó æóáÇó íõÑöíÏõ Èößõãõ ÇáúÚõÓúÑó æóáöÊõßúãöáõæÇú ÇáúÚöÏøóÉó æóáöÊõßóÈøöÑõæÇú Çááøåó Úóáóì ãóÇ åóÏóÇßõãú æóáóÚóáøóßõãú ÊóÔúßõÑõæäó ( . (ÇáÈÞÑÉ [2] ÇáÂíÉ [183 Ü 185])
183. O ¡Creyentes!; Se os ha prescrito el ayuno, al igual que se prescribió a los que os precedieron. Quizás, así, temáis a Al.lah. 184. Días contados. Y quien de vosotros esté enfermo o de viaje, un número igual de días. Y los que, pudiendo, no ayunen podrán redimirse dando de comer a un pobre. Y, si uno hace el bien espontáneamente, tanto mejor para él. Pero os conviene más ayunar. Si supierais.... 185. Es el mes de ramadán, en que fue revelado el Corán como dirección para los hombres y como pruebas claras de la Dirección y del Criterio. Y quien de vosotros esté presente ese mes, que ayune en él. Y quien esté enfermo o de viaje, un número igual de días. Al.lah quiere hacéroslo fácil y no difícil. ¡Completad el número señalado de días y ensalzad a Al.lah por haberos dirigido! Quizás, así seáis agradecidos. La Vaca (2) (Al-Baqarah)
La cuarta honorable aleya:
) ÃõÍöáøó áóßõãú áóíúáóÉó ÇáÕøöíóÇãö ÇáÑøóÝóËõ Åöáóì äöÓóÂÆößõãú åõäøó áöÈóÇÓñ áøóßõãú æóÃóäÊõãú áöÈóÇÓñ áøóåõäøó Úóáöãó Çááøåõ Ãóäøóßõãú ßõäÊõãú ÊóÎúÊÇäõæäó ÃóäÝõÓóßõãú ÝóÊóÇÈó Úóáóíúßõãú æóÚóÝóÇ Úóäßõãú ÝóÇáÂäó ÈóÇÔöÑõæåõäøó æóÇÈúÊóÛõæÇú ãóÇ ßóÊóÈó Çááøåõ áóßõãú æóßõáõæÇú æóÇÔúÑóÈõæÇú ÍóÊøóì íóÊóÈóíøóäó áóßõãõ ÇáúÎóíúØõ ÇáÃóÈúíóÖõ ãöäó ÇáúÎóíúØö ÇáÃóÓúæóÏö ãöäó ÇáúÝóÌúÑö Ëõãøó ÃóÊöãøõæÇú ÇáÕøöíóÇãó Åöáóì Çáøóáíúáö æóáÇó ÊõÈóÇÔöÑõæåõäøó æóÃóäÊõãú ÚóÇßöÝõæäó Ýöí ÇáúãóÓóÇÌöÏö Êöáúßó ÍõÏõæÏõ Çááøåö ÝóáÇó ÊóÞúÑóÈõæåóÇ ßóÐóáößó íõÈóíøöäõ Çááøåõ ÂíóÇÊöåö áöáäøóÇÓö áóÚóáøóåõãú íóÊøóÞõæäó ( . (ÇáÈÞÑÉ [2] ÇáÂíÉ [187])
187. Durante el mes del ayuno os es lícito por la noche uniros con vuestras mujeres: son vestidura para vosotros y vosotros lo sois para ellas. Al.lah sabe que os engañabais a vosotros mismos. Se ha vuelto a vosotros y os ha perdonado. Ahora, pues, yaced con ellas y buscad lo que Al.lah os ha prescrito. Comed y bebed hasta que, a la alborada, se distinga un hilo blanco de un hilo negro. Luego, observad un ayuno riguroso hasta la caída de la noche. Y no las toquéis mientras estéis de retiro en la mezquita. Éstas son las leyes de Al.lah, no os acerquéis a ellas. Así explica Al.lah Sus aleyas a los hombres. Quizás, así, Le teman. La Vaca (2) (Al-Baqarah)
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